Uno de los agredidos por la Policía afuera del microestadio Delmi durante el recital de Divididos cuenta lo que sucedió cuando las puertas se cerraron y mucha gente no pudo ingresar al concierto a pesar de haber comprado una entrada.
Ernesto es una de las 1700 personas que compraron una entrada anticipada para asistir el jueves pasado al recital de Divididos en el microestadio Delmi. También es uno de los que fue agredido por la Policía de Salta cuando los oficiales a cargo del operativo de seguridad se vieron desbordados por la cantidad de gente que intentaba ingresar al lugar.
“Llegué un toque tarde al recital y no se podía entrar. Me quedé escuchando afuera tranquilo y viendo si abrían la puerta”, comienza a relatar Ernesto, de 35 años. Y agrega: “Estaba la Infantería y de la nada me metieron un balazo en la gamba y me empezaron a bardear para que reaccione y se arme la podrida”.
“Yo le contesté bien y me tiraron un bastonazo, pero lo esquivé”, explica, mientras muestra la marca en la pierna del balazo disparado con una pistola de pintura. También asegura haber visto que los policías presentes en el microestadio “les metieron bastonazos a unos pibes”.
Qué pasó
Según informó Cuarto Poder el sábado, el jueves a las 22.30 la Policía ordenó cerrar las puertas de acceso al microestadio Delmi cuando no habían ingresado todas las personas que habían comprado una entrada. Esto provocó una avalancha y empujones que derivaron en una fuerte reacción de los uniformados.
“Afuera había mucha gente con entradas y no dejaban pasar. Supuestamente, el Delmi está habilitado para 2500, y la cana y alguien más decían que había mucha gente ya. Eran más de 200 personas afuera, algunos con entradas. Decidieron pechar el portón que da a la Ibazeta. Lo pechan, la cana se hace a un lado y se arma. Le pegaron a mucha gente. Los canas, desde atrás, apuntaban con pistolas de pintura. Estaban sacados”, aseguró un testigo del hecho a este semanario.
Por su parte, la Policía aseguró que no hubo incidentes y negó los hechos que denunciaron varios testigos. Además, los uniformados aseguraron que la decisión de cerrar las puertas fue de la producción, algo que también fue puesto en duda.