Ya realizaron la primera de las reuniones en donde analizaron “La Mujer rota” de Simone de Beauvoir.

 

“Ayer tuvimos nuestra primera reunión del Club de lectura feminista Habitadas en Un bar de fueguitos. Después de casi un mes de charlar virtualmente al fin nos conocimos con muchas de las participantes y fue una experiencia hermosa. No solo compartimos nuestras lecturas de La mujer rota si no que también desmenuzamos las situaciones que plantea sobre violencia simbólica, psicológica, dependencia emocional y tantos demases. A muchas nos llamó la atención, la forma de escribir de Simone de Beauvoir y los recursos que usa en los tres relatos, cómo logra llevarnos tan hábilmente y decirnos muchas cosas sin decirlas realmente”, compartieron las integrantes de este grupo de lectura que se forma como uno de los primeros en Salta.
Según comentaron además ya tienen  planificados los libros a leer hasta mediados de 2019. En la selección hay ensayo, cuento, novela y poesía, tanto algo clásico como de la narrativa actual.

La mujer rota

La mujer rota es la mujer que esperan que seas. Es la mujer perfecta que siempre sonríe, aunque quiera llorar y asegura que todo está bien. Es la mujer que se muestra radiante mientras limpia el polvo. Es la que decidió dejarlo todo por amor, incluída a ella misma. La mujer rota se señala como culpable absoluta de su inmensa tristeza. Es la que se siente vieja e inútil, mala madre, amante y esposa. La mujer rota quiere gritar, pero lo hace por dentro.  Y todas y cada una de nosotras hemos sido o somos esa mujer rota.

En 1967 una Simone de Beauvoir que había marcado la nueva ola del feminismo tras la publicación de El segundo sexo continuaba su militancia a través de la novela. Esta vez, de Beauvoir se centró en la culpa o en el vacío vital de las mujeres, percepciones que a lo largo de la historia de la literatura  aparecen siempre ridiculizadas como es el caso de Madame Bovary. La filósofa organizó el libro en tres historias y protagonistas muy diferentes entre sí, como en un demostración de que la depresión y la ansiedad en las mujeres son también cuestiones relacionadas con el género, y tituló a cada una de las partes como La edad de la discreción, monólogo la mujer rota.