Previo a la reunión de los jueces federales del NEA y el NOA a realizarse en Orán para analizar la situación del narcotráfico, el presidente de la Cámara Federal de Salta, Jorge Luis Villada, indicó que la frontera norte es una “boca de entrada a las provincias importantes y consumidoras”.

En los últimos años parece que la situación del narcotráfico preocupa a todos, pero poco se hace por combatir un negocio que fácilmente compra a quienes deberían vigilar las fronteras para impedir el paso de estupefacientes, como es el caso de los dos gendarmes detenidos y sospechados de formar parte de una red de tráfico de cocaína luego de que se allanaran una docena de domicilios. Ni qué hablar de las condiciones paupérrimas del tan anunciado escudo norte que poco y nada hace para evitar el paso de merca por aire y tierra.

Seguramente todas estas circunstancias serán puestas en consideración en las siguientes horas cuando se lleve a cabo la reunión de jueces federales del NEA y el NOA para diseñar un plan de lucha contra el narcotráfico.

La reunión se llevará a cabo en el hotel Alto Verde (podríamos hacer un chiste fácil, pero la situación es seria) y de ella participarán jueces de las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Formosa, Chaco, la Rioja, Catamarca y Corrientes.

El Juez Villada aseguró que “la situación del narcotráfico hace cuatro años era un problema de las provincias de frontera y hoy es un problema que está generalizado en el país, y eso es grave. Hay incremento de tráfico e incremento de volúmenes de drogas en Santiago y el NOA. Los jueces del NEA calculan que en su jurisdicción están cambiando marihuana por cocaína, con lo cual están utilizando el sector Norte como lugar de intercambio que antes era meramente de paso”.

Además agregó, como si esto no fuese una obviedad, que“nuestra frontera de todo el Norte Grande es la entrada de la droga, tanto de la cocaína, marihuana y otras sustancias. Por eso necesitamos dotar a la Justicia de mayores recursos y requerir los elementos necesarios de seguridad que se consideren aptas políticamente para combatir este flagelo, como el pedido de un comando más de Gendarmería, sistema de radares, o eventualmente la participación de otras fuerzas como la policía federal o aeroportuaria, u otras unidades que están trabajando mucho, pero de forma aislada”.