La iniciativa para un nuevo proyecto de la ley denominado «actualización del ordenamiento territorial de bosques nativos» aborda la emergencia traducida en la pérdida de tierras por aproximadamente 8.500 has por año; 700 has por mes; 23 has por día.
Lic. David Torrejón
Pese a la gran cantidad de denuncias en contra de los desmontes, van a seguir insistiendo en habilitar nuevas áreas de cultivo, para lo cual necesitan FLEXIBILIZAR LA LEY de bosques, validar los desmontes ilegales ya realizados y permitir la autorización de desmontes por más de 700.000 has, incluso en zonas donde hoy no está permitido. – zonificación transitoria o flexible (amarillo oscuro o marrón)-, lo que en la práctica no es una zonificación, porque no determina claramente dónde se puede y dónde no se puede desmontar.
La zonificación propuesta no respeta EL PRINCIPIO DE NO REGRESIÓN AMBIENTAL ya que permite, en algunos casos, el desmonte en zonas actualmente clasificadas en las Categorías I – rojo y II – amarillo.
Además, promueve la fragmentación de los bosques al no garantizar áreas boscosas continuas, lo que pone en riesgo el funcionamiento de los ecosistemas y la supervivencia de animales como el yaguareté, oso hormiguero, corzuelas, etc.
Todo proyecto agro ganadero o forestal debe ser consultado y validado por los pueblos originarios, de acuerdo a normativa internacional, nacional y local, Pero tampoco se cumple en su total rigurosidad.
La obligación que determino la Unión Europea y su nueva normativa para regular la entrada en el mercado de MATERIAS PRIMAS Y PRODUCTOS que provengan de países sin deforestación para fines de 2025, ha influido para que la provincia acelerara los plazos y avance sobre el nuevo ordenamiento territorial. Lo cierto es que no se trata de proyectos de ganadería regenerativa, ni que generarán desarrollo y fuentes laborales en zonas postergadas como Rivadavia; ya que solo se busca ampliar las zonas de desmonte para el cultivo de SOJA, -materia prima para la producción de alimentos balanceados para animales-; dejando como saldo, áreas desérticas, eliminación de la biodiversidad e incluso muerte de seres humanos por las fumigaciones con glifosato.
Finalmente, tengamos presente nuestra obligación de pensar en la soberanía alimentaria que por encima de todo interés, debe estar el compromiso de todos de garantizar la producción de alimentos para nuestro pueblo, de tal manera que en sus primeros 3 años de crecimiento, obtengan una buena alimentación, obligatoria para un crecimiento y desarrollo integral como personas.