Tras 32 años de ocupar un sillón en la Corte Suprema de Justicia, más de 50 en el poder judicial y casi un siglo de vida en la tierra; el salteño Carlos Fayt se retira hoy de la Corte Suprema. Había renunciado en septiembre.

El diario La Nación realizo una breve biografía del salteño de 97 años que había comenzado a ejercer la profesión a los 20, se hizo miembro del partido socialista en los 40 y 50 y protagonizo una vida académica fecunda siendo el autor de más de 40 libros.

Su historia en la Corte Suprema comenzó con el gobierno de Raúl Alfonsín. Según La Nación, Raúl Alconada, ex vicecanciller de Raúl Alfonsín, conoció al salteño durante la dictadura cuando Fayt presentaba habeas corpus por las personas desaparecidas por la dictadura militar. Cuando en 1983 el líder radical llegó a la Presidencia, Fayt, de convicciones socialistas, pasó a integrar la primera integración de la Corte.

La parte más controversial del salteño ocurrió en 1994. Con la reforma constitucional de ese año se puso como edad jubilatoria de los jueces los 75 años, pero la propia Corte se pronunció en favor Fayt, que continuó en su cargo hasta ayer. Él tenía un derecho adquirido a mantener su cargo de por vida, porque había sido nombrado antes de la reforma.

Cuando Néstor Kirchner, en 2003, impulsó varios juicios políticos, respetó a Fayt. Pero luego Cristina Kirchner mostró una actitud mucho más agresiva. Desde el punto de vista del veterano jurista, la renuncia que presentó hace tres meses para que se hiciera efectiva hoy muestra la distancia que siempre lo separó con la mandataria.

Desde el punto de vista de la Corte que sobrevive a Fayt, la situación es otra: el tribunal queda reducido a tres integrantes. Lorenzetti, Elena Highton y Juan Carlos Maqueda, para dictar un fallo, deberán hacerlo por unanimidad, porque de otra manera no alcanzan la mayoría de tres sobre cinco votos.