Raúl Castedo hizo un gesto de corte en el cuello y amenazó a la testigo, diciéndole: «es la última vez que me reconoces».
Luego de ocho postergaciones consecutivas, inició el esperado juicio contra los hermanos Delfín y Raúl Castedo por el asesinato de Liliana Ledesma. Durante las audiencias se registraron amenazas directas contra una de las testigos que reconoció a los imputados.
En la primera jornada de testimonios, los acusados presentaron quejas alegando problemas con el audio que les impedían seguir adecuadamente los procedimientos en la sala de audiencias. La querella propuso la suspensión del juicio dentro de los plazos legales para trasladarlos a un tribunal federal en la jurisdicción de Ezeiza. Sin embargo, el Tribunal decidió continuar una vez que se confirmó que el audio de Raúl Castedo funcionaba correctamente.
El momento crítico llegó cuando declaró una testigo de Aguaray. En medio de su declaración, la testigo reconoció a «Hula» Castedo, quien reaccionó de manera sorprendente: hizo un gesto de corte en el cuello y amenazó a la testigo, diciéndole: «es la última vez que me reconoces». Este incidente desató un alboroto en la Sala I del Tribunal de Juicio de Orán, lo que llevó a un inmediato receso para restablecer el orden y calmar los ánimos.
Antes de la ronda de testimonios, tanto Delfín Castedo como Raúl Amadeo Castedo optaron por no declarar. La audiencia comenzó con la participación del hermano de la víctima, quien estuvo acompañado por una abogada y expresó su reclamo contra los acusados ante la justicia.