La Asociación de Lisiados de Salta cumplió años, recuerdos e historias de una bella trayectoria.

Por Gabriela Hernández 


El miércoles 19 de octubre la asociación cumplió 48 años de existencia, desde su fundación en 1974, y ya se encaminan a las bodas de oro. Alsa es un lugar de actividades y contención constante, la unión de sus miembros es fuerte, tambié realizan actividades deportivas muy destacadas.

 

«ALSa, Asociación Lisiados de Salta, festejó los cuarenta y ochos años de vida institucional con sus directivos, socios y amigos, entre ellos el doctor Abel Cornejo, Ministro de Seguridad de la Provincia y su equipo; presidenta del Colegio de Fisioterapeutas, el hermano Antonio Fili y el periodista Oscar Sánchez, entre otros. También recibió obsequios de Diego Armando Arroyo, Desarrollo Social de la Nación; Silvina Vargas, Desarrollo Social de la Provincia y Felipe Biella, del partido Salta Independiente. ¡Gracias a todos por estar presente en este sueño hecho realidad! En dos años más, si Dios quiere, estaremos celebrando las Bodas de oro» publicó Freddi Domingo Minóla miembro hostórico de la Asociación y quien además nos acerca las fotos de los primeros pasos de este hermoso espacio.

 

Fotos del recuerdo

Primeras pescas en el dique Cabra Corral organizadas por Los Mayuatos del Bochín Club.

 

Delegación del primer viaje a Buenos Aires para competir en básquetbol sobre silla de ruedas y atletismo. También natación. ALSa, Asociación Lisiados de Salta, nació impulsada por un grupo de jóvenes discapacitados físicos, que por ese entonces no superaban los 22 años. La gran mayoría padecía de secuela de poliomielitis y que por tal motivo habían cumplido rehabilitación en ALPI, Asociación de Lucha Contra la Parálisis Infantil. Los fundamentos fueron sólidos: buscar que el discapacitado se inserte en la sociedad a través del deporte y, a partir de allí, luchar para conseguir actividad laboral, supresión de las barreras arquitectónicas y todo lo concerniente a una mejor calidad de vida de sus protagonistas. Fotos y escrito de Fredi Minola

La inclusión y la unidad pueden ser reales en Salta, pero aún quedan cuentas pendientes cosas como el mejoramiento de las veredas para el correcto acceso y circulación de las personas con alguna discapacidad, más apoyo económico para deportistas, mas acceso a la salud y  a distintas prótesis, mas acceso a la educación y a los lugares y aprendizajes adaptados, el cumplimiento del cupo laboral de personas con discapacidad (algo casi nulo en la provincia.