En una entrevista el padre de una de las dos jóvenes asesinadas en Salta solicitó nuevamente «Poner fin a la ridícula farsa de justicia demostrada por la provincia».
Desde Francia, Bouvier habló en exclusiva con LA NACION acerca de lo que espera que suceda tras el cambio de gobierno en la Argentina, sobre cómo fue la investigación que se realizó hace más de 12 años y qué sucede con “tres perfiles de ADN que encontraron peritos franceses y la Justicia salteña nunca tuvo la intención de investigar”.
–La Argentina está en medio de un recambio de gobierno y, desde el doble crimen en 2011, en varias oportunidades se ha intentado contactar con las autoridades locales mediante cartas públicas y pedidos de reuniones, ¿Qué espera del próximo gobierno argentino?
–Estoy esperando del próximo gobierno lo mismo que esperaba de los gobiernos anteriores desde 2011: limpiar el honor de la Argentina. Obtener la verdad sobre los asesinatos de Cassandre y Houria. Poner fin a la ridícula farsa de justicia demostrada por la provincia de Salta. Respeto la separación de poderes entre el Ejecutivo y el Judicial, pero el poder político tiene la responsabilidad de marcar un rumbo. Al permitir obtener la verdad de los hechos, también debe rendir homenaje a las víctimas Cassandre y Houria, así como a todas las víctimas de femicidios. Hace seis años que no pongo un pie en Salta, principalmente debido a la epidemia de Covid, y esto me pesa mucho. Tengo la intención de regresar pronto, ya que quiero absolutamente abrazar a Clemente Vera y apoyarlo junto a su familia. Desde 2016, fecha de su regreso inapropiado a prisión sin ninguna prueba científica en su contra, su calvario se suma a mi dolor.
–Ante la falta de avance del pedido en la revisión de la sentencia del caso que está en la Corte Suprema de Justicia de la Nación desde 2017, ¿recurrirá a la Justicia internacional?
–Si la Corte Suprema de Justicia de la Nación anula todas las sentencias de la provincia de Salta, estaré satisfecho si eso conduce a la liberación inmediata de Clemente Vera y desencadena una nueva investigación seria, con una pluralidad de magistrados, como se hace en Francia, incluyendo jueces de instrucción capaces de resistir presiones de terceros en sus investigaciones. Si la CSJN respalda la decisión injusta del Poder Judicial de Salta al mantener la detención de Clemente Vera, continuaré la lucha y la intensificaré. Si es necesario ir ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo apoyaré para presentar una apelación.
–¿Existe la posibilidad de un indulto para Clemente Vera?
–Si esta gracia es solicitada por Clemente Vera y resulta en la ausencia de compensación financiera por once años injustos de prisión, no puedo expresar mi opinión. Sin embargo, si esta gracia es a cambio del cierre definitivo del caso, lo que implica el rechazo de la verdad sobre el doble asesinato de mi hija y su amiga, me afectaría profundamente. Consideraría que la Argentina ha fallado.
–¿Considera que faltaron herramientas legales o científicas para poder resolver el caso?
–Creo que las herramientas científicas fueron suficientes, pero faltó la voluntad de los magistrados para resolver el caso. El primer juicio mostró todas las deficiencias de la investigación. En Francia, un juicio así se habría suspendido para solicitar una investigación adicional. Se demostró varias veces durante la audiencia que había elementos nuevos.
–¿Los peritos que trabajaron en paralelo desde Francia propusieron otros métodos de investigación que no se realizaron en Salta?
–Los expertos franceses en genética señalaron en 2011 la presencia de tres ADN, en y dentro del cuerpo de las víctimas, tres perfiles de personas que no coincidían con los acusados y, por lo tanto, corresponde a personas no identificadas en la investigación. El juez argentino decidió no incluir este análisis fundamental en su expediente de instrucción. Cuando este estudio francés fue aceptado por los tres jueces y, por ende, introducido en el debate durante el juicio, se debería haber suspendido la audiencia y realizar una investigación adicional. Al menos en el entorno de los acusados.
También habría sido muy perspicaz realizar análisis adicionales de estos tres perfiles de ADN para obtener el retrato robot [que permite dibujar opciones de la morfología del rostro y cuerpo de una persona a partir de su información genética] de las tres personas no identificadas. Lo mismo ocurre con todas las irregularidades señaladas durante el juicio, como las torturas policiales y las pruebas falsas plantadas por algunos investigadores para atribuir los hechos a personas ajenas al expediente.
–¿Cómo se encuentra actualmente en términos de salud?
–Mi salud, aunque frágil, y mi destino no son importantes. Solo la verdad sobre la muerte de mi hija y su amiga importa. Los dolores del cuerpo no son nada en comparación con los dolores del alma. Lo importante no es mirarse a uno mismo, sino observar a quienes nos rodean. Aquellos que están heridos. Actualmente tengo cáncer de páncreas, pero espero que eso no me impida ir a Argentina para abrazar a Clemente Vera y apoyarlo en un eventual nuevo juicio en apelación, y para reclamar con fuerza la verdad, que sigue siendo el único objetivo de mi vida desde el 29 de julio de 2011.
Deseo fervientemente conocer toda la verdad, incluso la más dolorosa, sobre las circunstancias de la muerte de Cassandre y Houria. Esta lucha por la verdad se entrelaza con la lucha por el reconocimiento de la inocencia de Clemente Vera. Mi hija Cassandre, que no soportaba la injusticia, fue mancillada por la decisión arbitraria de la Justicia de Salta de volver a encarcelarlo. Para aquellos que creen en el Más Allá, Cassandre debe sufrir al ver a este hombre en prisión, alejado de los suyos y sin futuro. El pueblo argentino es profundamente creyente, y muchos argentinos no toleran que su país ofenda la memoria de las dos víctimas.
Traducción de la entrevista realizada por el periodista Jean Charles Chatard