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Bajando del norte

 

Sergio Leavy realizó un gran elección y logró algo más que una banca nacional de cara a 2019: un lugar en el círculo rojo de la política local, ese que tiene entre ceja y ceja la discusión sobre cuando se dirima la gobernación.

No contaba con los recursos de la Casa Rosada ni del Grand Bourg para producir información que cuantificada y sistematizada le permita tener un diagnóstico detallado del terreno en el que se movía. Sólo se embanderó desde la defensa del relato nacional y popular que personaliza Cristina Fernández de Kirchner y que él asegura representar en una provincia donde la imagen de la expresidenta está mejor valorada que en otros puntos del país.

Con eso y su propia audacia le alcanzó en las PASO de agosto y en las generales de ayer. Hace dos meses Sergio “Oso” Leavy -que también es intendente de Tartagal- sorprendió a todos alcanzando el 17,38% de los votos provinciales y ayer superó el 22% producto de 148 mil sufragios que dejándolo en el tercer lugar le alcanzaron para acceder a una banca en el congreso de la nación.

En ello fue fundamental su performance en el norte provincial en donde arañó los 60 mil votos en el departamento de San Martín y Orán; y en la propia Capital en donde superó los 48 mil votos, apenas 4 mil menos a los de Andrés Zottos que contó con todo el aparato y apoyo del ejecutivo provincial. Lo ocurrido en el norte puede explicarse por su gestión en la ciudad de Tartagal que es un vergel en comparación con la libanizada Orán y también al sentimiento propio del salteño del interior cansado de un centralismo provinciano convencido de que sólo en la capital surgen los hechos y las figuras relevantes de la política.

En la capital, mientras tanto, fue a la búsqueda de un electorado “K” que también andaba buscando al candidato del kirchnerismo. De allí que la banca que ahora ostenta es producto de la combinación exitosa de dos movimientos estratégicos: conservó su peso electoral en el norte de la provincia y penetró más en el votante capitalino. Lo hizo apelando al proselitismo clásico. En el interior recorriendo todos los municipios reuniéndose con dirigentes locales capaces de organizarle encuentros con vecinos para quienes lo inusual es mantener un contacto directo con un dirigente que proviniendo del interior se peleó con el gobernador; y en nuestra ciudad tomando como teatro de operaciones fundamental a los medios de comunicación para consolidar presencia entre quienes lo conocen y sumar nivel de conocimiento que hasta agosto llegaba apenas al 50%.

Lo consiguió y de lo que no caben dudas es que Leavy llegó mucho más que a una banca en el congreso nacional. Ahora buscará dejar en claro que nada tiene para envidiarle a los cuadros políticos provinciales, que él también es capaz de elegir los momentos, los lugares y las formas de realizar los movimientos que ayuden al logro de objetivos que en su caso incluyen el deseo de convertirse en un actor relevante para el conjunto provincial cuando en el año 2019 se dirima la gobernación.