La comunidad wichi de Medialuna Dragones cuenta con agua potable gracias a un destilador solar que construyeron alumnos del Copérnico, con el incentivo de una fundación cordobesa. Juntan donaciones para Navidad.

La comunidad wichi de Medialuna Dragones, en Salta, cuenta con agua potable gracias a las gestiones de voluntarios cordobeses y la mano de obra de estudiantes secundarios de la escuela Nicolás Copérnico. La Fundación Resilient –que trabaja en Córdoba con personas que salen adelante de situaciones problemáticas de la vida– acercó un destilador y cinco pantallas solares, para que los niños de la comunidad cuenten con agua potable y energía eléctrica.

 “Me enteré de la situación de esta comunidad en 2012, cuando me llegó un mensaje a mi casilla de correo. Viajé al poblado que se encuentra a unas tres horas en colectivo desde Salta capital, justo en la frontera con Tartagal. Allí me encontré con que no tenían agua potable ni energía eléctrica. Fue allí cuando me propuse buscarles una solución”, cuenta Marcela Cantero, directora de la fundación.

 En el poblado de Medialuna Dragones, en Salta, viven 20 familias. Cuenta con una escuela, la número 4.757, a la que asisten 63 pequeños wichis. El problema principal de esta comunidad era la falta de agua potable. Sus habitantes retiraban el líquido vital de un pozo, que se encuentra muy cerca de allí. El recurso estaba contaminado.

 “Los chicos padecían muchas enfermedades parasitarias, producto del consumo que hacían del agua contaminada. También estaban intoxicados con arsénico, porque el pozo estaba muy cerca de una napa”, comenta Marcela.

  Así fue cómo los voluntarios de la fundación se pusieron manos a la obra. A través de un contacto con el Ipet 249 Nicolás Copérnico, consiguieron la mano de obra. Los estudiantes de quinto y sexto año de la escuela técnica se pusieron a hacer las tareas de ensamble, soldadura y electrónica. Con todo ese esfuerzo, más el apoyo de las empresas privadas, logró ver la luz el destilador solar de agua.

 El sistema funciona en distintos pasos. Primero se recoge el agua del mismo pozo, que se almacena en un tanque. Luego se evapora con la ayuda de cinco pantallas solares. El arsénico y las impurezas (que son materiales pesados) quedan por debajo. El vapor de agua sube y se recoge luego para el consumo humano. Libre de contaminantes.

 Entre todos. Con el dispositivo listo, el paso que siguió fue el del transporte. Una vez más, la escuela Nicolás Copérnico cantó presente. Un profesor del taller viajó hasta la comunidad para poder instalarlo. Y en el camino miles de voluntarios se iban sumando a la odisea. Algunos se enteraban por Facebook. Otros por la radio. Así se fue armando una cadena de favores que terminó con la instalación del destilador en Medialuna Dragones.

 La Agencia para el Desarrollo Económico de la Ciudad de Córdoba (Adec) aportó el 50 por ciento del financiamiento para el destilador. Y otras empresas, el dinero restante.

 “Las redes sociales fueron fundamentales para que estos niños pudieran finalmente consumir agua potable. En el camino encontré gente que se enteró de nuestra misión y aportó lo que tenía. Entre todos pudimos lograrlo”, finaliza Marcela. La pulseada ahora es llegar al 2016 con el salón de usos múltiples para la escuela de la comunidad.

 Cómo ayudar. Voluntarios de la Fundación Resilient juntan donaciones para Navidad. Lo recaudado se distribuirá entre los habitantes de diversas comunidades. Una de ellas es la de Medialuna Dragones. También se repartirá a la escuela Padre Liqueno y al paraje Orco Suni, cercano a Cruz del Eje. Los interesados en aportar juguetes para la campaña navideña pueden llamar al (0351) 157-010941.