El diseño se elaboró en colaboración entre el BCRA y la Casa de la Moneda.
El nuevo billete de $2.000, aprobado hoy por el directorio del Banco Central de la República Argentina (BCRA), tendrá como imágenes centrales “al Instituto Malbrán, y a la Dra. Cecilia Grierson y al Dr. Ramón Carrillo, precursores en el desarrollo de la medicina en nuestro país”, según explicó la entidad en un comunicado.
«El nuevo diseño se elaboró en colaboración entre el BCRA y la Casa de la Moneda y conmemora el desarrollo de la ciencia y de la medicina en la Argentina», se anunció oficialmente.
¿Cómo será el nuevo billete de $ 2.000 que entrará en circulación en el segundo semestre?
A través del comunicado, se detallo que «En el anverso del billete estarán las figuras de Cecilia Grierson y Ramón Carrillo y en el reverso del billete se representa al edificio del Instituto Nacional de Microbiología Dr. Carlos G. Malbrán».
¿Quiénes fueron Grierson y Carrillo?
Cecilia Grierson fue la primera médica de la Argentina, graduada en 1886, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, ciudad donde nació en 1859 y murió en 1934.
Ejerció como obstetra y kinesióloga, pero no logró trabajar nunca como cirujana por su condición de mujer, a pesar de tener el título habilitante de la especialidad, y creó la primera Escuela de Enfermería de América Latina con un plan de estudios formal.
También fue miembro fundadora de la Asociación Médica Argentina y precursora de la idea de abrir salas de primeros auxilios en los pueblos para ayudar con la asistencia primaria a enfermos.
Por su parte, Ramón Carrillo fue neurocirujano, neurobiólogo, médico sanitarista y el primer ministro de Salud de la Nación.
Carrillo egresó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en 1929, con Medalla de Honor, y fue también profesor titular de la cátedra de Neurocirugía de la Facultad de Medicina, aunque abandonó su carrera de neurólogo para dedicarse al desarrollo de la medicina social (sanitarismo).
Durante su gestión como ministro (1946-54) se impuso la obligatoriedad del uso del certificado de vacunación para las escuelas y, en dos años, se lograron erradicar enfermedades endémicas como el paludismo, el tifus y la brucelosis, además de reducir drásticamente el índice de mortalidad infantil.
Carrillo también impulsó la incorporación del tren sanitario que recorría todo el país durante cuatro meses al año haciendo análisis clínicos, radiografías, asistencia médica y odontológica.