Una familia de Apolinario Saravia expuso un inusitado operativo policial desplegado este sábado a la noche, para perseguir a dos jóvenes de 19 y 22 años que terminaron detenidos hasta la mañana del domingo al parecer, sin cometer ningún delito.

Roque Sánchez y Gladis Orquera son abuelos de 63 y 65 años, tuvieron que vivir una situación poco grata cuando -según lo que afirman- alrededor de 20 policías con armas, sin identificaciones y sin una orden judicial entraron a su casa.

«Seguían a mi nieto como si lo estuviesen por pillar al Chapo Guzmán» afirma la abuela.

Según el relato de la pareja, Mariano (19) pidió prestada la motocicleta a su primo y fue a cargar nafta a la estación de servicio junto a otro joven vecino de nombre Iván Romero.

Al parecer los jóvenes, se quedaron a conversar con unos amigos en el lugar, pero al ver que se acercaban móviles policiales se habrían asustado, por lo que decidieron irse del lugar. Fue entonces cuando la policía decide perseguirlos, con dos camionetas y una furgoneta hasta la vivienda familiar.

Al descender de los móviles, los policías los revisan y piden los papeles de la moto. Es entonces, cuando ponen al abuelo contra la pared, y se llevan detenidos a los dos muchachos, además de secuestrar la moto. Ambos fueron liberados recién a las 7 de la mañana siguiente. Los abuelos detallan que a Mariano le realizaron la prueba de alcoholemia y salió en cero, no había consumido bebidas alcohólicas.

En base a lo que declaran Mariano e Ivan se habían acercado a donde estaban otros dos amigos al costado de la estación de servicio. «Estaban tomando algo tranqui» dice Ivan, quien admite haber consumido bebidas alcohólicas. Pero también recalca que su amigo Mariano no.

Mariano e Iván, están citados a declarar este lunes con el auxiliar fiscal Sergio Dantur en Apolinario Saravia por «escapar del móvil realizando maniobras a alta velocidad peligrando la vida de terceros».

La criminalización de la juventud por parte de la policía no es nada nuevo. Pero la pareja de abuelos de Mariano manifiesta preocupación, ya que suponen que existe una persecución policial contra el joven y su familia.

La abuela recuerda: «Un oficial -que se habría negado a dar su nombre- le pide el carnet de conducir, D.N.I., les hace ver. Saca todo de la billetera. Otro, decía que lo iban a detener. ¿Por qué hacés este atropello en mi casa? le digo entonces. ¿Qué estaba haciendo él?, le insisto. Ahí me dicen que estaba sospechoso en el oscuro. ¿Pero sospechoso de qué, si estaba conversando con los amigos?. Le digo: ¿vos sabes cómo nos hacés sentir a nosotros?, yo ya tengo 65 años, y ahí lo agarra a chapalear a mi marido y a ponerlo contra la pared».

Al llegar al lugar un hijo del matrimonio, requirió explicaciones a la policía, a lo que afirman que le respondieron «vos no te metas, que no sos nadie», y una vez en la comisaría explican, que también lo habrían amenazado con detenerlo sin motivos. «Le han pedido los datos del auto y lo querían detener», rememora Roque Sánchez.

Ninguno de los policías se identificó. La familia solo reconoce a dos, Checho Veleizan y Gustavo Mansilla. Están preocupados y aseguran que vienen sufriendo atropellos de la policía en el pueblo y que un empleado judicial les habría dicho que «le quieren buscar una causa» al chico de 19 años, «lo de anoche ha sido pésimo» expresa afligida la abuela.

«Varias veces me han entrado a robar» dice la señora, y comenta que ante esos casos todo quedó en nada por parte de la policía y de la justicia.

«Era un operativo grande» dice a su vez el abuelo, quien cuenta cómo lo ponen contra la pared al plantear que era el dueño de casa y quería conocer los motivos del accionar policial.

La policía secuestró la motocicleta y se niegan a entregarla al propietario que ya presentó todos los papeles. Manifiestan que le quieren cobrar una multa.

Por su parte, la madre del joven dueño de la motocicleta además añade, que los policías se mostraron molestos porque ella a raíz de lo sucedido, puso una publicación en facebook repudiando el desempeño policial con su familia.