Tras 5 días de combate y reviente a dos manos, la cana albanesa logró limpiar el pueblo de Lazarat, más conocido como el condado del churro.
Este bello pueblito enclavado en medio de verdes montañas, casi como una postal en el este del viejo continente, estaba hasta el ojete de faso. Un lugar entero tomado por los narcos que lograron ser los principales abastecedores de ganja en Europa. Lazarat llegó a producir alrededor de 900 toneladas métricas de cannabis al año; lo que se dice, tenían más flores que velorio de muerto famoso.
La producción se inició a principios de los 90 y de ella participaban casi todos los lazareteños, quienes sin mucho drama se dedicaban a regar la flor por la mañana y armar por la tarde los paquetes que luego serían transportados con destinos varios; aunque se señala que principalmente serían fumones tanos y griegos los mayores consumidores de la famosa rama albanesa.
Pánico y descarte fueron las dos caras visibles en la población que no sabía para dónde esconder la piedra cuando la ley estaba tocando la puerta. Entonces, instigados por la policía, cientos de productores le dieron gas a lo que les quedaba de la cosecha. “Faltaban dedos pa’ armar, chango”, dijo el enviado especial de El Polichombi a tierras balcánicas, quien además entrevistó al jefe de la policía: “El operativo se descontroló un poco por la cantidad de humo que derivó de la quema de las cosechas. Estaban todos del cráneo”, fue lo que comentó el capitán Piotr Ratinovski, quien en medio de la humareda generada por todos los cultivos en pleno proceso de combustión, sentenció: “Ya era, pintó bajón, mejor vamos a entrarle a la sopa de pepino de doña Esterovna que está para chuparse los dedos”.