No es sólo por el covid-19: algunas instituciones parecen casas de terror.
Después de un año sin ser usadas, muchas escuelas parecen el set perfecto para una peli de terror: pastos altos, alambres oxidados por doquier, techos a punto de venirse abajo. El Covid mira de lejos una de estas escuelas y se mea encima.
La Escuela Julio Argentino Roca, por ejemplo, tiene mucho yuyo prodengue fuera y dentro. Vecinos dicen que hasta hay ratas.
Esta situación le da el pie a los gremios para que digan que ni en pedo vuelven a las aulas.