Hay un esfuerzo en Milei por rememorar los peores momentos de los 90’ en tiempo récord, desde la represión a los jubilados y la naciente figura de la querida Norma Pla, hasta la compra a precio vil de diputados y senadores que terminó con el escándalo de las coimas en el senado, ningún detalle se le escapa.
José Veronelli
Las jubilaciones durante el gobierno de Alberto Fernández fueron un modesto intento de continuación de la ley de movilidad jubilatoria aprobada allá por inicios del mandato de CFK. Sin embargo, Fernández suspendió los cambios hechos por el gobierno de Mauricio Macri y en 2021 aprobó una nueva fórmula que combina el 50% del aumento trimestral en la recaudación de la ANSES y un 50% de la variación salarial del mismo período.
Dicha Fórmula que para algunos los hacía perder en el desacople de fórmula vieja a nueva, que para algunas consultoras implicaba una pérdida importante. La jubilación mínima durante el gobierno de Alberso cayó 9.1% en términos reales, y la jubilación media cayó 4.8% con respecto al mismo mes de 2022 y 19.5% con respecto a 2019.
Fernández también otorgaba bonos a los jubilados, como el de $37,000 para quienes perciban el haber mínimo, parecido al de $70,000 de 2024 que da Milei, pero con más de un 150% de devaluación acumulada y contando.
La involución de la fórmula para el incremento de los haberes a los jubilados viene siendo una de las variables para ajustar el “gasto social” teniendo en cuenta que sólo en jubilaciones, pensiones y AUH se va más del 60% de mencionado gasto social. Aunque todos los gobiernos miran con miedo la caja de los jubilados por lo que representa, los gobiernos de Macri y Milei vieron en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad y en la partida respectiva de jubilaciones que paga nación una “oportunidad” de recorte.
Un poco de historia fresca
Fue hace pocas semanas cuando se firmaron cinco dictámenes sobre el tema Jubilaciones: el de mayoría fue el de U x P con 33 firmas, atrás la UCR+Hacemos+CC con 19. Mientras que La Libertad Avanza (19), el PRO (8) y el Frente de Izquierda (2) presentaron dictámenes propios que tenían menos futuro que novia de Milei.
Para que la recientemente vetada ley salga Unión por la Patria negoció bajar la recomposición que buscaba y empalmó con “los dialoguistas” por un cómodo 20,6%, representativo de lo perdido por los jubilados sólo en enero. Con esa fórmula la mínima pasaba a 285 mil pesos, según calculó la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC).
Al ajuste mensual por IPC (inflación INDEC) se sumaba un adicional: en marzo de cada año se establecía un cálculo por el cual se reconocería un aumento del 50% de la variación del RIPTE (paritarias) por sobre la variación del IPC el año calendario anterior. Los hacedores del mal “Hacemos Coalición Federal” colaron en el dictamen una obligación de ANSES de cancelar en un plazo máximo de seis meses la totalidad de las deudas que mantiene con las cajas previsionales provinciales, así como con los jubilados con sentencias firmes favorables a partir de lo producido de los activos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad del organismo. Como gesto demagogo el dictamen de los dialoguistas pedía eliminar los regímenes jubilatorios especiales para presidente y vicepresidente de la Nación.
Como respuesta La Libertad Avanza firmaba un dictamen en línea con el decreto 274/24 del Poder Ejecutivo Nacional, es decir, ajuste mensual por IPC con impacto retardado de dos meses y una compensación única del 12,5%. Con esta fórmula, la jubilación mínima pasaba a ser de 265 mil.
De facto
En el marco de liquidaciones y pagos la ANSES ejecutó unidireccionalmente un aumento en las jubilaciones siguiendo la nueva-vieja fórmula del Gobierno, atado al Índice de Precios al Consumidor (IPC) dibujado por Dalí, que viene “registrando“ aumentos de precios que sólo ven los cementerios. Esta actualización oficializada por el organismo que encabeza Mariano de Los Heros, disque beneficia tanto a jubilados como a pensionados.
El ya licuado o “motosierrado” bono de $70.000 aún no es una garantía, más bien sigue siendo una discrecionalidad que el libertario usa para “mostrar su benevolencia”. Basta repasar el mes de agosto de 2024, donde los jubilados de ANSES vieron reflejado el paupérrimo aumento en sus haberes contra los constantes tarifazos y aumentazos por doquier. Los nuevos montos de miseria para las jubilaciones, ajustados por el aumento del IPC fueron siguientes:
La mínima: $225.454,42 + bono de $70.000= $295.454,42
La máxima: $1.517.094,80
La PUAM: $180.363,54 + bono de $70.000= $250.363,54
Pensiones no Contributivas (PNC): $157.818,09 + bono de $70.000= $227.818,09
Todo dando por sentado que si aplicará nuevamente el bono de $70.000 para los haberes más bajos.
En Salta tampoco alcanza
La pérdida de poder adquisitivo de las jubilaciones en Argentina durante 2024 fue un tema sensible hasta el veto de Milei. Según la Fundación Éforo, las jubilaciones perdieron un 32,2% del poder de compra real entre diciembre de 2023, y enero de 2024 las jubilaciones cayeron un 17% más en términos reales, algo discutible si se tiene en cuenta que hubo una devaluación del 118% por aquellos días. Otro informe señala que las jubilaciones perdieron un 24% de poder adquisitivo, lo que refleja una caída real del 11,54%.
Jorge Paz, investigador CONICET y del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico, compartió que la pobreza en Salta aumentó 20 puntos porcentuales en un año, pasando del 37% en 2023 al 57% en 2024. El dato más alarmante es que afirmó que hay más de 300 mil nuevos pobres en Salta, tanto por el aumento constante en los precios del mercado, como por la devaluación que se produjo al inicio del actual gobierno. Advirtió que la indigencia también tuvo un incremento preocupante, pasando del 7% al 20% en un año. “Uno de cada cinco hogares no llega a cubrir los gastos de la canasta básica alimentaria”.
El gobierno nacional confía demasiado en el poder de contención de la AUH y los programas tan bastardeados por ellos mismos, pero objetivamente la licuación de los ingresos de argentinos y argentinas hizo que ningún programa esté siquiera cerca de compensar el deterioro. Vienen meses muy conflictivos para la vida en este bendito suelo, con una tasa creciente de pobreza en todos los sectores trabajadores, el congelamiento de los salarios estatales y su traducción a las jubilaciones del sector, es inminente una medida de fuerza que reclame por semejante saqueo.
La inflación superó ampliamente los ingresos de vastos sectores de la población salteña, rondando un 20% de contracción económica en los últimos meses, alcanzando a trabajadores de todos los deciles. “Muchas personas están resistiendo usando tarjetas de crédito y ahorros para llegar a fin de mes, pero esto no es sostenible a largo plazo”, advirtió Paz. Mientras que el desempleo no para de crecer, expulsando a más trabajadores a la pobreza o indigencia absoluta, con una tasa que pasó del 4% al 8% en menos de un año.
Para fin de año la pobreza e indigencia puede alcanzar un nefasto 70%, colocando a cientos de miles de argentinos y argentinas con trabajo bajo la línea de la pobreza.