Los 5 canas torturadores de Güemes que se encuentran en huelga de hambre, piden que se cambie la carátula de la causa porque se vieron perjudicados en sus derechos constitucionales. En lugar de tortura tal vez prefieran hacer como los yankees y llamarle método de interrogación.

Se hicieron famosos a partir del video en el que, a lo manual kubark, daban una clase de parsimoniosa tortura. Matías Eduardo Cruz, Alberto Ontivero, Leonardo Serrano, Marcos Gabriel Gordillo y Héctor Raúl Ramírez, fueron recluidos en la cárcel de Villa las Rosas el 18 de Julio de 2012 y hace poco se ratificó la causa por imposición de torturas.

Según los jueces: “La colocación de una bolsa plástica en la cabeza a una persona, de modo de impedirle la entrada de aire por las vías aéreas superiores es una de las prácticas de la más refinada y cruel de las torturas. Conocida como el ‘submarino seco’, sólo se parangona con su similar ‘el submarino’ que consiste en la inmersión de la cabeza en un cubo con agua. Sólo quien impone la tortura sabe cuándo va a cesar la maniobra, y lo será antes de que se provoque la consecuencia fatal de la asfixia o del ahogo. Pero la perspectiva –desde la apreciación de la víctima-, es la de la concreta sensación de muerte. En su instinto de supervivencia desesperadamente tratará de insuflar aire. Sin lesiones visibles y constatables clínicamente, esta tortuosa práctica de tortura provocará hipoxia temporaria, esfuerzo extraordinario al organismo y sufrimiento físico y psíquico descomunal”.

Lo que sucede ahora es que los 5 detenidos iniciaron una huelga de hambre porque consideran que sus derechos y garantías constitucionales de legítima defensa y debido proceso. Paradójicamente reclaman aquello que podrían haber reclamado los muchachos que fueron torturados sádicamente, pero no tuvieron esa oportunidad. Además piden el cambio de carátula. La esposa de una de ellos dijo en un rapto de ira ciega: “Hago responsable al juez de la causa y a todos los que avalaron sus resoluciones por lo que pueda llegar a sucederle a mi esposo y otros policías que se encuentran injustamente privados de libertad”.