Tras semanas de silencio con respecto al caso Pablo Robbio Saravia, el Observatorio de violencia contra las mujeres gubernamental se atribuye lo que medios y población lograron solos: que Urtubey retirase el pliego del “casi juez” denunciado por violencia de género.

El Observatorio de la Violencia contra la Mujer se ha transformado “ahora” en un feroz crítico de la postulación de Robbio Saravia, pero también de los medios de comunicación que se opusieron férreamente a esa designación a los que acusan de criticarlas visceralmente.

Lo realmente curioso, sin embargo, es que las mujeres que forman parte del Observatorio escudaron su silencio en un artilugio legal – aludían a que legalmente no están posibilitadas a tomar alguna acción para frenar la designación de un postulante a juez – ahora dicen que fueron escuchadas por el Ejecutivo que terminó retirando el pliego del polémico ex Secretario Legal y Técnico.

Hay que recordar que el flamante organismo está conformado por seis directoras (Pamela Ares, Tania Kiriarco, Laura Postiglione, Alicia Ramos, María Eugenia Burgos y Alfonsina Morales) que según los decretos de designación perciben una remuneración similar a la de Directora General que supone un ingreso mensual de bolsillo de $20.690.