Una familia se manifestó con carteles frente al penal de Villa Las Rozas. Pedían que dejen de torturar a su hijo.

Con carteles hechos con cartulina, Raúl Salas junto con su mujer y dos de sus hijos, reclamaron ayer por la tarde en la puerta del penal, por el trato que el personal del Servicio Penitenciario tiene con los reclusos.

El Tribuno indicó que el hijo, Víctor, sufrió golpes importantes; en la denuncia realizada el 4 de enero se enfatiza que personal del penal le propinó una paliza luego de que el recluso solicitara permiso para usar un teléfono.

A raíz de esos golpes, el detenido quedó internado en el Hospital San Bernardo.

“No entiendo porqué tratan así a los presos. Son personas, no son objetos. A mi hijo lo golpearon feo y hay probabilidades de que quede sordo”, dijo Raúl Salas. El hombre también señaló que además de ser golpeados, sufren otros problemas: “Comen mal, no les dan la comida que les corresponde. Y el personal del penal no entiende que los presos tienen derechos constitucionales que se los tienen que respetar”, dijo.