La Ley Bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos, ratificada el 9 de Julio pasado a través del Pacto de Mayo resulta en el epílogo de una avanzada sin precedentes frente a nuestros recursos naturales, entre ellos los bosques.
Así lo demostró, mediante el uso de imágenes satelitales, la ONG Greenpeace que detectó que durante el primer semestre del año en el norte del país se deforestaron 59.557 hectáreas, un 15 por ciento más que en el mismo período de 2.023 (51.600 hectáreas). Para el caso de Salta alcanzó las 4.200 has, aunque la situación más grave se da en Chaco y en Santiago del Estero.
El relevamiento de la organización ecologista, realizado mediante la comparación de imágenes satelitales, estima que entre enero y junio de 2024 la deforestación en Chaco alcanzó las 27.148 hectáreas; en Santiago del Estero 21.047 hectáreas; en Formosa 7.162 hectáreas; y en Salta 4.200 hectáreas; totalizando 59.557 hectáreas, el equivalente a tres veces la superficie de la ciudad de Buenos Aires.
La principal causa de la pérdida de bosques es el avance de la frontera agropecuaria para ganadería y soja, que en gran medida se exportan a Asia y Europa, sobre todo en la región del Gran Chaco, el segundo ecosistema forestal más grande del continente. “La deforestación provoca cambio climático, desaparición de especies, inundaciones, sequías, desertificación, enfermedades, desalojos de indígenas y campesinos, y pérdida de alimentos, medicinas y maderas. Estamos ante una evidente emergencia climática y de biodiversidad que debería llevar a que los gobiernos actuaran en consecuencia, prohibiendo los desmontes, en lugar de promoverlos” afirmó Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace. Y finalizó: “Por otra parte, el sistema de multas no es suficiente contra la ilegalidad, por lo que la penalización se hace necesaria”.
Cabe recordar que el punto número siete del Pacto de Mayo contempla, “el compromiso de las provincias argentinas de avanzar en la explotación de los recursos naturales del país”. De ahí que numerosas organizaciones ambientalistas, además de Greenpeace expresaron su rechazo a este punto que promueven la explotación de los recursos naturales sin considerar el impacto ambiental. “Promover la explotación descontrolada de los recursos naturales no solo atenta contra nuestro patrimonio natural y cultural, sino que también perpetúa la pobreza y exige mayores recursos estatales para enfrentar las crisis sociales y ambientales resultantes”, remarcaron.
¿Vamos Manaos?
Asimismo, la organización ecologista documentó un desmonte de más de 10.000 hectáreas en Santiago del Estero que está ejecutando la familia Canido, dueña de la empresa Refres Now, que produce la gaseosa Manaos. “Descubrimos que los dueños de Manaos están realizando un gigantesco desmonte, del tamaño de media ciudad de Buenos Aires, para hacer producción ganadera, cerca de Nueva Esperanza, en el norte de Santiago del Estero. Tienen permisos del gobierno provincial en una zona donde la Ley Nacional de Bosques prohíbe deforestar. Hay una evidente complicidad para avanzar impunemente con este ecocidio”, señaló Hernán Giardini, La familia Canido posee varias fincas en la provincia de Santiago del Estero, donde desde hace una década viene deforestando para desarrollo agropecuario y manteniendo conflictos con familias campesinas e indígenas. Greenpeace ya la denunció en el año 2016.