Hacer las cosas mal para rehacerlas y volver a cobrar se volvió una práctica constante de la gestión municipal. A días de haber culminado los arreglos en calle Zuviría, el pavimento parece recién bombardeado.
A esta altura no sabemos si la cantidad de obras que el gobierno municipal inicia y luego rehace por defectuosas tienen que ver con lisa y llana ineficiencia o si son parte de una estrategia deliberada para engrosar los gastos en obra pública. De otra forma no podría explicarse semejante ineptitud en la ejecución de proyectos simples como el trazado de ciclovías o la pavimentación de calles céntricas.
En calle Zuviría entre Gral. Güemes y Santiago de Estero, la municipalidad deberá dar marcha atrás con los trabajos recién culminados y rehacer el pavimento. ¿El motivo? La carpeta asfáltica apareció cubierta de baches como si ningún trabajo se hubiera hecho en el lugar.
Según explicaron desde el municipio al medio DeFrenteSalta, se probó un nuevo método con otro tipo de adhesivo pero que por el tipo de base y alto tránsito no resistió por lo que se rehará con el material y método que se hizo en la cuadra anterior.
A las molestias que esto ocasiona día a día a los conductores se suma el costo que implica para el erario público tener que volver atrás con los trabajos para comenzar de nuevo. Según algunas estimaciones, los desembolsos por cada cuadra repavimentada llegan a $3 millones.
También las ciclovías
Al igual que como ocurrió con la ciclovía de calle Alvarado, las obras recientemente realizadas en J. A. Fernández también muestran grietas y baches. Se trata de la ciclovía que cambia repentinamente de mano al llegar al cruce con Pedro Pardo. A esta altura, usar las ciclovías salteñas deberá considerarse una actividad de riesgo.