En la causa de espionaje ilegal siguen desfilando testigos, ahora vinculados con el espionaje en las cárceles. Ya estuvieron Jorge Chueco y Rafael Resnik Brenner y ahora les toca a los abogados Graciana Peñafort y Alejandro Rúa. 

El día que allanaron su casa, Darío Nieto, el secretario privado de Mauricio Macri, se encerró en su auto y comenzó a mandar mensajes sin parar y a borrar información de su teléfono. Se negaba a entregar el celular a los policías que intentaban que saliera del vehículo. Esa resistencia y la comprobación de que había manipulado su celular, llevaron a que la Cámara Federal de La Plata volviera a negarle su pedido de eximición de prisión en la causa en la que se investigan múltiples operaciones de espionaje ilegal durante el gobierno de Mauricio Macri.  

Cuando se analizó el teléfono de Nieto se detectaron dos cuestiones: una, que había borrado mensajes y que se había convertido en un guionista para Macri, por las conversaciones que aparecieron en el “block de notas” del celular, mensajes enviados que muestran “que conocía el entramado ilícito investigado”.  

Nieto era el jefe de Susana Martinengo, coordinadora de documentación presidencial durante el gobierno de Mauricio Macri. Ella recibía a algunos de los espías del grupo llamado “Super Mario Bros” en su despacho. La imputación sostiene que Nieto recibió de ella al menos “informes vinculados a la comunidad mapuche y a las manifestaciones frente al proyecto de ley de movilidad jubilatoria” que se llevaría a cabo frente al Congreso.  

Martinengo era un canal de transmisión de información producida por dos de los agentes imputados, que la visitaban, Jorge Sáez, conocido como El Turco y Leandro Araque. 

Nieto negó en todo momento conocer a Martinengo, ella también, pero en el celular de ella se encontró un mensaje de despedida de Nieto, cuando finalizaba el gobierno de Cambiemos. “Susana querida! No quería dejar de escribirte y agradecerte por estos años. Una grosa total!!! Muchas gracias por todo”. 

Nieto fue citado a indagatoria como parte de una asociación ilícita, caracterizada por violar la ley de inteligencia con fines de hacer espionaje político. Todavía no tiene fecha para declarar. Seguramente lo hará por Zoom. Su comportamiento le puede jugar en contra o agravar su situación ya que los jueces Roberto Lemos Arias y Cesar Álvarez, señalaron que se puede presumir la existencia de “riesgos procesales”. Aunque las restricciones a la libertad ambulatoria del imputado, sólo tienen como propósito asegurar su presencia en los actos del proceso y evitar un entorpecimiento de la investigación. Sólo como medida cautelar.