Hace un par de meses se viene desarrollando el taller “Catadores de Teatro”, un espacio en el que los amantes de esta práctica pueden conocer a través de la palabra de los teatreros locales cómo viene la movida de Salta. Conversamos con Fabiola Vilte, una de las coordinadoras, que nos habló del proyecto y algunas cuestiones más acerca de los escenarios y el público de por acá. R.E.

Fabiola Vilte es actriz, investigadora y docente de Literatura y Teatro egresada de la Facultad de Filosofía y Letras y de la Facultad de Artes de la UNT. Desde principios de año está en Salta realizando una pasantía, como becaria del INT, sobre gestion y produccion de proyectos socioeducativos, y como parte de ese trabajo comenzó hace un par de meses con el taller Catadores de Teatro, un espacio en el que las personas interesadas en el teatro, sin necesidad de conocimientos mayores a la simple curiosidad, pueden adentrarse en el mundo de los teatreros salteños.

Catando se entiende la gente

Los encuentros comenzaron en agosto, a partir del ciclo Teatro de Altura, que tenía varias obras locales en cartelera y partir de ahí las reuniones de los lunes entre los catadores se organizaron por ejes: teatro y unipersonales, teatro y humor; teatro y directores; teatro e historia, teatro y salud. Hasta ahora participaron en las reuniones como invitados Roxana Lugones, Natalia Aparicio, Graciela Paz, Guillermo Gerinchofner, Alma Canobbio, Silvia Morosini, Jorge Renoldi, Manuela de la Cruz, Ana María Parodi, Rafael Monti, Diego López, Graciela Cruz, Mirta Elías, Oscar Muñoz y Silvia Ledesma, entre otros.

“Estoy integrando el equipo de trabajo de La Ventolera y al mismo tiempo estoy estudiando y analizando el mapa cultural de Salta. En este análisis surgieron ciertos vacíos que consideramos con Andrea García, que es mi tutora, digamos, que tenían que ver con la comunidad teatral salteña y con un espacio que consideramos muy importante, que es la formación de espectadores. Si bien hay un proyecto en particular que lo dirige el INT, en su delegación Salta, está apuntado al trabajo con los jóvenes de la secundaria. Entonces consideramos que queríamos profundizar en la formación de espectadores en una franja etaria más amplia”, nos cuenta Fabiola y luego agrega: “Lo que pensamos fue ampliar esa franja y que no sea solamente para estudiantes de secundaria, sino para el público en general y como cada contexto determina distintas acciones -no es lo mismo un espectador en Bs.As. que tiene una cartelera muy variada y muchos circuitos teatrales más que en el resto de las provincias, en las que cada una tiene sus particularidades-; la característica en Salta fue que en un principio no teníamos espectadores, porque no sé si les parecía novedoso, entonces optamos por otra estrategia que fue invitar a los hacedores de teatro a participar de una mesa en común, no con fines académicos, sino con fines de encuentro, bajo un eje todos los lunes vamos alternando los temas e invitamos a directores, actores, docentes. Tratamos que sean personalidades con distintas trayectorias acá en Salta y a partir de ahí se fue gestando este proyecto. Comenzamos haciendo registros de audio y al escucharlos nos dimos cuenta que es muy rico lo que sucede, esto de encontrarse con los propios creadores”.

Tras los primeros encuentros nos cuenta que la experiencia derivó en acción: “A partir de eso nos permite a Andrea y a mí hacer unas lecturas y preguntas disparadoras para que cada creador pueda contarnos su proceso creativo, eso fue derivando en apreciaciones sobre el arte, sobre el teatro, sobre el funcionamiento de distintos modos de producción que tienen para hacer sus obras, y también han salido cuestionamientos, pero lo que rescato es el encuentro, entre generaciones, entre grupos que a veces hacen producciones muy distintas estéticamente, sin embargo consideramos que este espacio puede nuclear a todos y encontrarse en esas voces”.

En resumen podríamos decir, como nos explica Fabiola, que “Catadores de Teatro es un espacio para degustar espectáculos teatrales, que no solamente viene a cubrir un vacío, sino es consecuencia de indagar sobre el campo teatral de Salta; entonces como que también es  un espacio de estudio sobre el público. Comenzamos en mayo y nos dimos cuenta que no habíamos tenido un acercamiento del espectador, entonces fuimos buscando distintas estrategias”.

Luego nos cuenta que lo de catadores “es una metáfora relacionada al vino, tiene que ver con esto de compartir, el placer, y para degustar un buen vino hay que conocerlo; lo mismo pasa con el teatro, porque uno puede disfrutar aún más de él cuando tiene las herramientas para conocerlo. La idea es también acercar más al público en un espacio de encuentro donde circule la palabra, y con los registros que estamos haciendo creemos que se puede hacer un aporte muy grande para conocer lo que se está produciendo en este momento en Salta”.

De público conocimiento

Entrando de lleno al análisis que pudieron realizar las chicas a partir de los encuentros realizados y de experiencias personales para pensar lo que sucede en la producción y recepción de obras teatrales en nuestra ciudad, Fabiola no comenta: “Algo que fuimos ‘descubriendo’ con este proyecto es que la cartelera de Salta también es amplia; aunque pareciera que hay una homogeneidad, no es así, porque hay otros circuitos que superan al oficial”.

En cuanto al público, la ponemos en un aprieto al preguntar su opinión, pero de todos modos ella responde: “Arriesgo a decir -y esto tomado con pinzas- que viniendo desde afuera veo que en Salta hay un público que recorre determinados circuitos oficiales, los grandes teatros, con grandes espectáculos que replican la cartelera comercial de Buenos Aires, aquellas obras que tiene la posibilidad de presentarse en otras provincias. Pero también hay otros circuitos que se alimentan de otros espectadores, y tal vez podría ser bueno que todos circulen por todos los circuitos, no desechar el teatro comercial ni el independiente, porque ese es también un prejuicio; sino decir bueno, qué es lo que a uno como espectador le llega más. Veo que hay un grupo grande que desconoce otras posibilidades de hacer teatro que vayan más allá de las tradicionales, porque existen otras salas, que son espacios más pequeños, pero el teatro que se produce ahí es muy interesante”.

Precisamente del teatro que no está en la cartelera oficial, aquel puede interesarnos un poco más, nos comenta: “El teatro independiente está haciendo grandes aportes desde el punto de vista de la investigación y la creación, la ruptura va también por ahí, son las obras que a veces cuesta llevar espectadores, porque generalmente el público quiere algo más ameno, un poco vinculado con la televisión y otros entretenimientos masivos. El teatro tiene poco público porque no es un lenguaje que sea comprendido por la mayoría; pero también hay formas, y sería muy bueno que desde la formación de los jóvenes sientan esta necesidad de encontrarse con él, porque el teatro de arte no piensa en hacer algo porque vende, sino que tiene otras motivaciones y ese teatro puede resultar para algunos espectadores un poco incómodo, y estas acciones hacen que uno no se sienta incómodo por no entender, no conocer o porque la obra parece oscura, sino que Catadores es un espacio donde uno puede decir no entendí esto, o hablar de la experiencia que uno vivió y socializar para comprender cómo es el trabajo de dirección, actuación, puesta, etc.”.

Las reuniones están planificadas hasta fin de año, todos los lunes a partir de las 21 horas en La Ventolera (Mitre y O’Higgins), con entrada a la gorra y para el próximo encuentro, que se llevará a cabo el 12 de octubre, la temática abordada será la dramaturgia, para ello invitaron a Fernando Arancibia, Claudia Peña, Nena Córdoba y Julio Díaz a participar y contar sus experiencias con los espectadores presentes.

Antes de terminar la entrevista Fabiola nos tira una analogía que funciona perfectamente para cerrar este texto: “El buen vino es un proceso que lleva su tiempo, lo mismo que los espectáculos teatrales que tienen un gran proceso por detrás, y como el vino se lo degusta con todos los sentidos. El vino también es un encuentro, una celebración, y en Catadores hacemos eso, celebramos el encuentro entre el público y los creadores, también el encuentro con la palabra”.