La sugerencia del candidato presidencial favorito en las encuestas y el freno a éstas que le puso su propio espacio, desde Salta. La negativa del Frente de Todos local por la que un importante dirigente quedó afuera y Alberto Fernández, desairado.

El bueno de Alberto Fernández tendrá pendientes turnos solicitados por financistas internacionales, ejecutivos de fondos de inversión, funcionarios del FMI y mandatarios de naciones europeas, pero en Salta sus órdenes no van en la misma dirección que sus deseos. Así lo dejó en claro el fin de semana último el precandidato a Gobernador y Senador nacional por el Frente de Todos, Sergio Leavy, quien paró el carro de tanta “albertomanía”.

El propio Leavy del Frente de Todos, contó que Alberto Fernández propulsaba la propuesta tendiente a que Javier David fuese candidato de ese espacio, ya sea a Senador nacional u otra postulación en los comicios provinciales. Sin embargo, el dirigente tartagalense indicó que si bien “Alberto Fernández quería llevarlo a David”, hizo valer su rol de cacique del sector dictaminando que “el único lugar que no le iba a dar, era la senaduría (reservada para Antonio Vilariño)”.

Leavy, dijo que David “podía elegir cualquier categoría, menos la Cámara alta. Éramos capaces de armar una lista unidad e impulsarlo como candidato único a diputado nacional para que renueve”.

La razón esgrimida por Leavy en una radio local para trabar esta posibilidad, fue que si el frente partidario obtenía un buen resultado, de acuerdo a lo que presagiaban los sondeos serios y profesionales, David hubiese logrado un buen desempeño para la Senaduría nacional y enfilado para ir por la Gobernación. En cambio, el impedimento a lo señalado por Alberto Fernández lo dejó al margen de la discusión.

“Acá es así, si no ejerces poder, te llevan puesto”, concluyó Leavy, hoy a cargo de ambas candidaturas en los llamados electorales venideros.