En «Todo lo que necesitás saber sobre Leonardo Da Vinci en el siglo XXI», los periodistas Héctor Pavón y Mercedes Ezquiaga rastrean el legado del artista italiano.

En «Todo lo que necesitás saber sobre Leonardo Da Vinci en el siglo XXI», los periodistas Héctor Pavón y Mercedes Ezquiaga rastrean cómo el legado del artista italiano reaparece como combustible de múltiples disciplinas contemporáneas en paralelo a la vigencia de su obra «La Gioconda», que se expande hoy por las redes en memes que la muestran guiñando un ojo, pintada como los integrantes de la banda Kiss y hasta tomando una gaseosa de una famosa casa de comidas rápidas.

Al momento de su muerte, de la que se cumplirán 500 años el próximo 2 de mayo, su figura se había convertido en el máximo emblema del Renacimiento, una valorización que con el paso del tiempo se propagó a través de los siglos y redimensionó su hacer como ingeniero, arquitecto, ecologista, músico, óptico, botánico, inventor, urbanista, físico, biólogo y poeta para transformarlo en un ícono de una contemporaneidad cada vez más signada por la interrelación de disciplinas y temas.

– Télam: Uno de los capítulos del libro vincula a Da Vinci con Steve Jobs, a quien lo emparenta esa vocación por conectar las humanidades con la tecnología ¿Qué otras analogías se pueden trazar entre ellos?

– Héctor Pavón: Steve Jobs ha sido bautizado como «el Leonardo Da Vinci de la era moderna» por su Apple, la compañía líder en tecnología, que dirigió la revolución de la computación portátil. Leonardo y Jobs comparten una curiosidad infinita que sólo pudo ser equiparable a su capacidad inventiva. Ante los deseos de un público ávido de tecnología –en el caso de Jobs- y de soluciones a problemas concretos y reales, con Da Vinci, ambos se convirtieron en exponentes de la invención, de lo nuevo, de lo avanzado.

Ambos tienen un pasado identitario confuso: Leonardo nunca fue reconocido como un hijo legítimo por ser producto de una relación amorosa no aceptada entre su padre descendiente de una rica familia italiana y una madre que habría sido una esclava de Oriente Medio.

Leonardo tuvo dos carencias notables para alguien de su conocimiento y formación. Una es que no aprendió Latín, base de la enseñanza tradicional, y la segunda, que no tenía formación básica en matemáticas. Jobs careció de lecturas clave. Las obras de ambos no sólo tienen una vigencia insólita sino que además son un negocio permanente y siempre en ascenso.

– T: La falta de medios económicos y la precariedad técnica de la época fue un techo para las creaciones del artista? ¿Hoy habría tenido mayor posibilidad de cotejar sus errores para lograr que se convirtieran en inventos formales?

– Mercedes Ezquiaga: Este aniversario tan especial es interesante poder repensar la figura de Leonardo también desde su costado de imperfección. Fue brillante en muchísimas disciplinas y aspectos pero también tuvo desaciertos, que no es más que una parte del camino hacia el conocimiento que él ansiaba. La prueba y el error resultaban aspectos vitales en sus investigaciones. Para algunos expertos, la explicación en varias de las fallas en sus inventos se debe a la falta de conocimiento suficiente en matemáticas, ecuaciones y álgebra, lo cual no quiere decir que no supiera matemáticas.

También, en algunos casos, tiene que ver con el desconocimiento de ciertos fenómenos o hallazgos aún no concretados para su época. En su investigación sobre el vuelo humano, es muy consciente de un estado de error permanente, de la falta de conocimiento y de la necesidad de perfeccionamiento en la investigación.