Una familia de Apolinario Saravia fue secuestrada por seis delincuentes durante sus vacaciones en Brasil. “Temía que en un ataque de ira nos maten”, dijo uno de los salteños, tras ser liberados.
Una familia salteña oriunda de Apolinario Saravia fue secuestrada durante las vacaciones que hasta ese momento disfrutaban en la localidad brasilera de Meia Praia. Los salteños padecieron ante un grupo de personas que pudo haberlos asesinado.
“Cuando nos disponíamos regresar al departamento que alquilamos, justo cuando baje de mi auto, veo tres tipos que me apuntan con un arma. Primero me encañonaron en el estómago, después en la cabeza», dijo Cándido Iradis, uno de los damnificados. En FM Profesional, agregó: “Luego se suben al auto, nos llevan a mí, a mi mujer y a mi comadre a la parte de atrás, siempre con uno de ellos con el arma apuntando a mi cabeza. Me pidieron que les enseñe a manejar mi auto luego nos pedían dólares. Yo no tenía. Les dije que no era un hombre de dinero, que en el bolsillo tenía unos reales, nada más. Ahí me exigieron que les de mi tarjeta de débito y de crédito. Les aclaré, siempre para que tranquilizaran, que sólo iban a poder sacar 7.500 pesos argentinos porque el cajero no les iba a permitir más. Tomaron los plásticos, se los pasaron a otros tres tipos que estaban en otro auto y nos llevaron a pasear por todo Meia Praia, Itapema, hasta Camboriú”.
“Yo lo único que les suplicaba era que no nos maten. Que se lleven todo. Que se queden tranquilos, esto lo hacía porque durante todo el trayecto estos tres delincuentes se drogaban y tomaban alcohol. Estaban en muy mal estado. Temía que en un ataque de ira nos maten a los tres», dijo Iradis.
“En un momento tomé mi billetera, y les enseñé las fotos de mis dos hijos, uno de 7 y otra de 11 años. Le marqué que debía criarlos. Que yo era el sostén de ellos. Que no nos hagan daño. Que se lleven todo, que nos dejen vivir. Ahí creo que se calmaron, porque nos llevaron hasta un río muy cerca de Camboriú, ingresaron a una calle de tierra y nos bajaron”, finalizó.