Eduardo Medina, del Departamento de Investigaciones Históricas de la Municipalidad de Campo Santo, publicó un libro en el que repasa la estadía de Manuel Belgrano en esa localidad salteña entre el 3 de abril y el 8 de mayo del 1812.

El trabajo indudablemente servirá para futuras consultas y para que la importancia del pueblo en la gesta nacional quede establecida. El libro se titula “Cuarenta días en Campo Santo. El cuartel general de Belgrano”, el autor es Eduardo Medina y fue publicado en las últimas semanas por el Departamento de Investigaciones Históricas de la Municipalidad que lidera Mario Cuenca.

El trabajo de 140 páginas, es una compilación de documentos de la estadía del prócer Manuel Belgrano por estas tierras. Cartas, oficios y documentos dan dimensión a la iniciativa de creación de un ejército con cuartel general en Campo Santo y Fuerte de Cobos en los años 1812 y 1813.

“El gran aporte que nos propone esta publicación es el procesamiento de datos en lo que respecta al tiempo cronológico del paso del Ejército Auxiliar del Perú por Campo Santo: avanzando con documentos hacia el vacío historiográfico que hoy es colmado por estas investigaciones, sintetizando en la redacción de este libro, los conocimientos elaborados por el autor a lo largo de estos últimos años”, escribe el profesor de Historia Mario Díaz en el prólogo.

Belgrano estuvo desde el 3 de abril hasta el 8 de mayo de 1812. Arribó luego de haber tomado el mando de las vencidas tropas de Pueyrredón y Díaz Vélez el 27 de marzo de ese año. El libro reúne más de cien documentos extraídos de diferentes publicaciones y archivos. Se avizora el pensamiento de Manuel Belgrano en su máxima expresión. También sus angustias, esperanzas y ese principio de igualdad y fraternidad que lo llevó a ser protagonista indiscutido del entramado social, político y militar en plena construcción nacional.

En las palabras preliminares, el intendente Mario Cuenca considera que Manuel Belgrano “en el cuartel general no tan sólo hospedó y reorganizó las tropas de la patria, sino también creó el hospital militar, el tribunal de disciplina y formó los cuerpos de cazadores y de guías, ambos de destacada actuación en dicha Expedición del Ejército Auxiliar”.

Tal como lo relata el profesor Díaz, Belgrano partió desde Campo Santo a Jujuy para volver con el Éxodo y atravesar todo el territorio del Valle de Siancas, hasta las batallas de Las Piedras y Tucumán. Ya en 1813, las tropas regresan para encontrarse en la margen norte del Río Pasaje donde se llevó a cabo el Reconocimiento y la Jura de Obediencia a la Soberana Asamblea recientemente instalada. De allí llegan hasta Cobos donde se traza la estrategia para la Batalla de Salta: todos estos documentos son puestos a consideración del lector en el libro.

En un oficio del 4 de abril de 1812, desde el “Cuartel general del Campo Santo”, Belgrano escribe: “Desde ayer a la tarde me hallo en este punto y conmigo el primer batallón del número 6 y el escuadrón de húsares”. En otro texto de la misma fecha, dice: “Mucho hay que hacer y mucho hay que trabajar para poder dar forma a esto que se llama ejército: todavía no lo tengo reunido y espero este momento para arreglarlo según me parece más conforme al objeto”.

La historia ya nos dijo que Belgrano finalmente hizo mucho y pudo dar forma a eso que se llamaba ejército.