Se viene una nueva edición del festival Salta Jazz. Comenzará el 3 de noviembre. Vendrán músicos de primer nivel. Hablamos con Martín Gorostiague, uno de los organizadores.
Martín Gorostiague, el Vasco, es un biólogo que vive en Salta desde hace poco más de veinte años. Es el conductor de La Cocina del Jazz, un programa que se emite todos los miércoles de 22 a 00 horas por FM La Plaza (94.9 MHz). Es una de las personas que más sabe del género en nuestra provincia. No es casualidad que sea uno de los organizadores del festival que se realiza desde hace cuatro años consecutivos y que esta semana tendrá una nueva edición.
El Vasco aclara: en realidad esta vez él sólo apoya. Los organizadores de la edición 2016 de Salta Jazz son el músico Martín Misa y Lucas Urtasun, del Café del Tiempo. Los dos se pusieron al hombro el evento en un año de dificultades económicas que Gorostiague resume con contundencia, sin vueltas, como si fuera un músico que no tiene ganas de adornar nada: “Lo que pasa es que no hay un mango”, dice.
El Salta Jazz comenzará el 3 de noviembre y se extenderá hasta el 29. Tendrá como principales figuras al saxofonista estadounidense Tony Malaby, que vendrá con “el coloso del contrabajo”, William Parker, nacido en el Bronx neoyorquino. Una debilidad del Vasco, que está entusiasmado por su llegada. Cuenta que Parker es “un sesentón” que hace discos conceptuales y reivindica los derechos de los negros. Ambos tocarán en El Teatrino, el 29 de noviembre, como cierre de lujo del festival.
La apertura, el próximo jueves 3, estará a cargo del pianista santafesino radicado en Estados Unidos, Leo Genovese, que llegará con su trío al Teatro Provincial.
El viernes 4, la Orquesta Sinfónica de Salta contará con la participación del director invitado Bernardo Teruggi, en el Teatro Provincial. Desde Tucumán, el Leo Villagra Quinteto tocará el sábado 12 en el Café del Tiempo.
En el Café del Tiempo se cruzarán varios músicos en zapadas que serán de entrada gratuita. Participarán artistas locales como el tecladista Leo Goldstein, Daniela Zunino y Moksha.
Esta edición será la cuarta desde 2013. En años anteriores, a principios de los 2000, Gorostiague y otros entusiastas del jazz en Salta realizaron movidas que no prosperaron.
“Estoy intentando ver si podemos hacer algo pequeño en el Paseo de los Poetas”, dice el Vasco, que confiesa que aún no consigue que la Municipalidad les brinde sonido para hacer espectáculos al aire libre como en las ediciones anteriores, cuando hubo conciertos en las calles de la zona de La Balcarce. Por ahora, todo indica que será un festival puertas adentro.
“El escenario sobre la Necochea no se puede hacer. No se pudo abrir el juego en otros lugares por un tema económico”, explica, y cuenta que la movida del jazz “siempre fue una cosa muy chiquita”.
“No es una música popular, ni va a serlo. La misma problemática pasa en Estados Unidos. Nació popular, divertida para bailar, y se fue convirtiendo en algo cada vez más complejo”, cuenta el Vasco, que dice que “el jazz te tiene que transmitir algo”. “La gente está preocupada por cómo tocan y esa es una cuestión muy académica, de los críticos. Es una burbuja que nos inventamos. Si no te tocan el culo, no tenés cosas para decir. Por eso el jazz no es un sustantivo, es un verbo. Tiene dinámica”.
Respecto a la movida de músicos de jazz en Salta, Gorostiague opina que “venía creciendo pero hoy está medio quieta”. “Muchos grupos se han desarmado por cuestiones laborales. Muchos han abandonado”, dice.