Sigue sin ser identificado el busto ubicado en el Paseo de los Poetas. El homenajeado es Ricardo Zandanel, el hombre que proyectó la peatonalización de la Calle Esteco y acondicionó el servicio de Neonatología de Materno Infantil.
A un año de su muerte, Cuarto Poder había recreado la historia de Zandamel a través del testimonio de su hija Agustina. Zandamel había sufrido la enfermedad de su hijo Nicolás, una hidrocefalia congénita, que inclino a Ricardo a los caminos de la solidaridad. Con aportes de sus muchísimos amigos y de toda la comunidad juntó los 350 mil dólares necesarios para ampliar y acondicionar el Servicio de Neonatología del viejo hospital Materno Infantil que utilizaron miles de niños salteños. La sala del “Servicio de Neo” se inauguró en noviembre de 1995.
Con la misma filosofía de solidaridad y compromiso, “sin robar” como siempre decía, impulsó varios proyectos más para la comunidad salteña. Los más reconocidos, la peatonalización de la Calle Esteco y el emplazamiento del Paseo de los Poetas que rescata el sentir cultural, esa forma de ser en el mundo, de los salteños y que hechiza a los turistas se deben a su impronta. En el 2007 Zandamel tuvo un accidente doméstico que lo dejó postrado durante 8 años hasta que, ciego y sin habla y ya sin fuerzas, la vida se le apagó en julio del año pasado.
Fue entonces cuando su hija Agustina empezó a hacerlo todo en su nombre. Segura de que el legado solidario de su padre debía seguir vivo, recorrió los despachos oficiales para que se concrete la promesa de ubicar un memorial (un busto y una placa) en el Paseo de los Poetas. El busto está emplazado ya en Esteco casi Alvarado pero sin identificación alguna. Situación que evidentemente continúa como lo denuncia hoy el diario El Tribuno.
Hace más de un año, en marzo de 2015, el entonces intendente Miguel Isa intervino e instruyó a sus funcionarios a concretar los postulados de una ordenanza municipal para dar a Ricardo Zandanel el merecido reconocimiento y colocar un busto y una placa. Un último trámite del que tuvo noticia Agustina data, sin mayor éxito, de hace pocas semanas: el 9 de mayo desde la Dirección General de Patrimonio Cultural y Natural se recordó por nota a la Secretaría de Obras Públicas y Planificación Urbana la existencia del anónimo busto “a la espera de poner placa y realizar el acto de inauguración”.
Aunque parezca mentira, tal vez otra broma del destino, el hombre que con su sola inquietud y voluntad consiguió hacer lo que las muchas instituciones oficiales no podían ahora está atrapado también por la burocracia. Su generosidad y solidaridad, también su histrionismo y bohemia, merecen un lugar para el recuerdo en el Paseo de los Poetas y en el corazón de los salteños.