En el CIC del barrio Unión recibieron un LED, una Xbox, computadoras e impresoras de Nación; sólo falta que el municipio les habilite la luz, para así poder utilizarlas.
Esto es como la ley de Murphy pero aplicada a los Centros de Integración Comunitaria. Al menos lo que sucede en el CIC de la zona norte, el que está ubicado en Batalla de Salta y Mirau, en una esquina del barrio Unión, donde hace un par de semanas la municipalidad informaba que se llevaban a cabo obras de mantenimiento. “Según se informó desde la Secretaría de Obras Públicas, ya se avanzó con el enrejado de algunos sectores del edificio y en la reparación y colocación de puertas”, publicaba la muni en su portal de noticias el 8 de julio pasado.
Hoy parece que la municipalidad se olvidó de las necesidades de ese Centro Integrador, porque todavía están esperando la luz. “Estamos sin luz, porque hay que hacer una bajada desde la calle hasta la trifásica, así que estamos a la espera”, dijo Lia Macias, encargada del lugar.
En el CIC recibieron una donación del gobierno nacional cuyo valor es cercano a los 300.000 pesos, y entre las cosas que recibieron se cuentan: un televisor LED, 12 computadoras, 2 impresoras, una consola Xbox y señaladores láser. Todo queda obsoleto, porque no tienen luz.