La Suprema Corte de Justicia de Mendoza falló a favor de una compensación económica para una mujer que, tras 20 años de relación de pareja y un divorcio, experimentó un marcado desequilibrio económico.
El tribunal confirmó la suma de $4.826.000 a favor de la demandante, destacando la necesidad de aplicar una perspectiva de género para evaluar el impacto de los roles domésticos no remunerados y de cuidado en la situación económica de los cónyuges tras la separación.
El caso se centró en una pareja con una larga convivencia y un matrimonio de casi cuatro años, en la que el hombre, P.A.E., avanzó en su carrera profesional como abogado, acumulando bienes y propiedades a su nombre, mientras que la mujer asumió el rol de ama de casa y cuidadora de sus hijos. Al concluir el matrimonio, T.P.V. solicitó una compensación económica debido a la desventaja patrimonial en la que quedó. Su situación contrastaba con la posición económica de su exesposo, quien acumuló propiedades y vehículos durante la relación, quedándose con todos los bienes al disolverse el vínculo.