Tres trabajadores de la Farmacia de Guardia y una enfermera del hospital son acusados por el delito de peculado. Estos habrían aprovechado sus funciones para sustraer medicamentos del hospital y beneficiarse de ellos.
La investigación de la UDEC inició a raíz de la denuncia radicada por el apoderado del Hospital San Bernardo al notar el faltante de medicamentos. Según los protocolos, el hospital provee medicación a pacientes internados y ambulatorios a través de la Farmacia Central y la Farmacia de Guardia.
En los allanamientos realizados en las viviendas de los cuatro acusados se secuestraron numerosos elementos médicos, entre ellos insumos y medicamentos. El entrecruzamiento de datos entre los informes de Stock y Logística del Hospital San Bernardo y los objetos secuestrados, permitió confirmar mediante el número de lote, presentación y fecha de vencimiento, que los materiales correspondían a adquisiciones realizadas previamente por el propio hospital.