En un local Pago Fácil se robaron más de 4 millones de pesos. Tras analizar las cámaras de seguridad y los movimientos financieros, se descubrió que la empleada y su círculo familiar, incluyendo su pareja, hermana y cuñado, desviaron los fondos a sus propias cuentas bancarias.
Una mujer de 26 años fue acusada formalmente de administración fraudulenta. La acusada, que trabajaba como cajera en un local de Pago Fácil, habría defraudado a la empresa mediante una serie de operaciones fraudulentas. Según la denuncia, la mujer cobraba facturas de diferentes empresas a los clientes, pero en lugar de transferir el dinero a las cuentas correspondientes, lo desviaba a su propia cuenta o a cuentas de familiares.
Las cámaras de seguridad del local y los movimientos bancarios confirmaron las acciones de la mujer, lo que llevó a su detención preventiva a solicitud del fiscal. Sin embargo, la investigación reveló que la mujer no solo se apropió de dinero para sí misma, sino que también transfirió fondos a las cuentas de su pareja, un efectivo policial, y a las de su hermana y cuñado. El monto total de estas transferencias superó los 4 millones de pesos, causando un grave daño económico a la empresa donde trabajaba.