El movimiento libertario salteño integrado por dirigentes conservadores, del PRO, la UCR y el peronismo republicano que representado el romerato, no logra integrar una oferta electoral para el 2025 cuando se renueven las bancas nacionales. La sórdida disputa de Alfredo Olmedo y Juan Romero por la banca a senador nacional amenaza con una ruptura que no podrá zanjarse en una interna por la decisión nacional de derogar las PASO. Como ocurrió en el período presidencial de Mauricio Macri, no existe masividad de adhesiones sino operaciones para que los candidatos surjan de una bendición de la Casa Rosada. En la LLA la democracia no existe.
N. de R.
El colectivo libertario en Salta se asemeja más al galerón funerario y enfático del que hablaba Borges en el poema en el que recreó la muerte del General Quiroga en la aridez cordobesa de Barranca Yaco. Es que La Libertad Avanza no ha logrado anclarse en estructuras dirigenciales que puedan representar el discurso antipolítico que tanto agradó a la mayoría de los argentinos en las elecciones de 2023 y que todavía cuenta con una mitad de ciudadanos adeptos.
Las escuálidas estructuras partidarias que adhieren al oficialismo nacional son comandadas por un radicalismo fracturado que todavía comanda el proyecto empequeñecedor de Miguel Nanni, el conservadurismo obsoleto que representan Virginia Cornejo y el siempre intervencionista Ricardo Gómez Diez, y el populismo derechista de Alfredo Olmedo y su diminuto grupo de favorecidos como Emilia Orozco, Carlos Zapata y Julio Moreno. El otrora heredero de la derecha local, el Partido Renovador de Salta, prácticamente ha desaparecido luego de los barquinazos de Andrés Zottos y Cristina Fiore con el kirchnerismo, y la alianza de Jorge Oscar Folloni con el saencismo ideológicamente moderado.
En medio de tanta mediocridad se mantiene como líder tácito el senador Juan Romero, con dos hijos que logran imponer caprichos y conflictos por las ansias familiares de perpetuar una estirpe imperfecta que refleja más que nadie a la “casta” de la que Javier Milei reniega y sobre la arroja de vez en cuando algunas llamaradas verbales condenatorias. Es el ideólogo de los incrementos desmedidos de las dietas en el senado nacional, como también en el operador que permitió el único éxito legislativos de los libertarios cuando aprobaron la “Ley Bases”.
Colgados del Léon para bien y para mal
Todos navegan en un galerón más grande, que se extiende por todo el territorio nacional y depende de las mareas económicas y algunos episodios que gestan para mantener ciudadanos entretenidos en superficialidades pero que replica las políticas que ensayó una clase que tuvo su clímax de poder en la bien llamada “Década Infame” hace cien años. La misma que contaba con patriarcas políticos con bigotes al estilo francés que ahora se renuevan en el rostro de Juan Romero.
Bajo el discurso del ajuste necesario, y de la necesidad de desterrar el populismo de izquierda que gobernó dos décadas de la mano del kirchnerismo ultracorrupto, ya se advierten los resultados que concentran la riqueza en los grandes grupos económicos, que reivindican el discurso de “Patria, familia y tradición” que enarbolaban las dictaduras militares y que siguen la línea distractiva grosera. Hoy las noticias se aglutinan en la figura de Alberto Fernández y sus ansiedades sexuales; ayer en el caso del desaparecido “Loan” y antes en los conflictos diplomáticos generados por el Presidente con España, Brasil y Venezuela. Qué otra maniobra mediática improvisará Milei para ocultar los elevados niveles de recesión y de pobreza?
Las internas en la vidriera
La verdad estará desnuda en poco tiempo, y el panorama electoral podría equilibrarse en cada distrito de solo considerar los quiebres del buque libertario que esta semana afectaron la relación del Presidente con su Vice Victoria Villaroel, expulsaron a un senador nacional del puñado de legisladores propios en la Cámara Alta, y también extrañaron a una diputada nacional que puso en la vidriera los comportamientos casi sádicos del trípode de hierro que integran los hermanos Milei y Nicolás Caputo que todavía manda en las tinieblas en los asuntos que aburren al primer mandatario y que son casi todos a excepción del rumbo económico que orienta sin mayores escrúpulos.
Milei sabe que si decae el único éxito -la reducción de los índices inflacionarios- podría ser arrastrado por el hábitat político que transversalmente soporta destratos pero espera la oportunidad para habilitar una revancha.
La pelea de Mauricio Macri con Patricia Bullrich derrama otras discordias que dividen a la derecha salteña. Mientras el romerato responde a su socio político y económico (Macri), no son pocos los que quedaron con algunas anclas su opositora interna que juega dentro del gabinete, y algunos todavía respetan algunas directivas de Horacio Rodríguez Larreta.
Hasta ahora el más inteligente y el primer adelantado en este juego ambiguo es el ex Presidente Macri, que ha logrado torcer el rumbo de la decisión presidencial de financiar la SIDE con 100.000 millones y dio luz verde para la aprobación de una fórmula de actualización de las jubilaciones que hace enardecer el mal humor de la Casa Rosada y que lo obliga a pagar el costo de emitir el veto para desactivar la iniciativa. Es cierto, también, que con estas maniobras Macri ha logrado detener una embestida que se incubaba en la SIDE para degradarlo públicamente.
Como si nada faltara para completar una tormenta política perfecta, las torpezas de la Vicepresidenta, algunos ministros y legisladores conducen a la ciudadanía a un nuevo relato de sentido inverso al impuesto por el kirchnerismo pero que también genera crispación de una porción ciudadana que no ha desaparecido aunque albergue alguna desilusión con el kirchnerismo. El pedido de reapertura de causas penales clausuradas por los indultos de Carlos Menem hace treinta años; el rechazo a leyes polémicas pero vigentes como las de identidad y diversidad sexual por Mariano Cúneo Libarona; los proyectos de ley reivindicatorios de los crímenes de lesa humanidad ejecutados por los militares setentistas y reuniones y visitas a las cárceles para solidarizarse con ellos.
Libertarios pero estériles
Mientras se aproximan con velocidad las elecciones de 2025, no se advierte el crecimiento dirigencial de “La Libertad Avanza” a nivel local. Por el contrario, los especímenes que se presentaron como los más cercanos al Presidente hoy transitan por una devaluación que, mal que les pese, encuentra razones valederas a tenor de sus antecedentes personales.
Los escándalos generados por una personalidad exótica pero autoritaria como la de Alfredo Olmedo en el Parlasur culminaron con su remoción. La exclusión fue consentida por los “libertarios” que nunca lo defendieron ni se quejaron. Olmedo es el cínico despotricador que pregona la necesidad de volver a la cultura del trabajo, rechaza la homofobia y fustiga los vicios de la política mientras dilapida la fortuna de su padre, se varea con mujeres livianas y continua gestando negocios millonarios con dinero público como lo hizo en su incursión depredadora por Salta Forestal.
El dilema que ahora los embarga no es menor, porque el sojero le ha entregado a Karina Milei su partido político salteño a cambio de una candidatura a senador nacional que genera conflictos varios. El primero que busca socavarlo es Juan Romero, que quiere su reelección y que ha mostrado que puede generar consensos en una cámara en la que la misma Vicepresidenta no responde plenamente el Presidente. Romero también repite en su intimidad que Alfredo siempre ha sido su empleado político.
Aún cuando los dirigentes de LLA, Pro, UCR y Peronismo Republicano saben que tienen que unir sus intereses y pactar una lista mixturada, prefieren anteponer la ambición personal. Según las encuestas Juan Romero, Alfredo Olmedo, Virginia Cornejo, Miguel Nanni y Bettina Romero tienen imagen negativa superior al 70%. Emilia Orozco es la única que puede vender una adhesión ciudadana mayor aunque su persona es casi desconocida en el interior profundo y todavía tiene tres años de mandato pendientes. Una muestra de angurria electoral podría trasladarla velozmente a la vereda de la “casta”.
El escenario electoral, al margen de la gran franquicia que es el movimiento de LLA, parece condenarlos a mostrar una vidriera de poca monta cuando se renueven las bancas legislativas nacionales. Algunos sostienen que Olmedo hará prevalecer su postulación para senador nacional, pero eso implicaría el sacrificio del actual jefe del clan romerista al que solamente le quedaría colar a su hija Bettina en un segundo lugar que mantiene posibilidades de éxito de solo pensar que la primera minoría se llevará dos de las tres bancas en juego. Es que la decisión de Milei de eliminar o suspender las elecciones primarias determina que la lista se decidirá entre cuatro paredes en la Casa Rosada.
La lista de diputados nacionales aún constituye un misterio. Nadie imagina que el radicalismo local volverá a imponer la cabeza de lista y logre dirigir el favor hacia Miguel Nanni. No existe otro radical con contactos o trayectoria para subirse a este tren. La libertaria Orozco está impedida de repetir su candidatura invocando alguna encuesta favorable y los del PRO tampoco tienen prospectos serios y conocidos que pudieran inclinar la balanza para su sector.
Los fanáticos de LLA lanzaron otra propuesta para que sea Orozco la que encabece la lista de senadores nacionales, aunque esto importaría romper de un solo golpe la frágil unidad entre Romero y Olmedo, y el eventual financiamiento de la campaña. Virginia Cornejo y José Gauffin parecen lejanos en este ajedrez amañado que es gobernado por los hermanos Milei.
Al margen de estos escarceos por las postulaciones, pequeñas rencillas internas se dirimen con el nombramiento de algunos adictos en cargos nacionales vacantes. El botín no ha sido el esperado, aunque algunos puestos en Vialidad Nacional, PAMI, Anses y dependencias del Ministerio de Seguridad mostraron equilibrio de recompensas. Los voraces del romerato esperan cosechar más en estos tiempos, aunque la cercanía del senador con Macri ha congelado las expectativas hasta que reiteren pleitesía con lo más puro de las huestes de Milei.
Diputados de pacotilla
Llaman demasiado la atención, por su pobre perfil, los desempeños ambivalentes y la tibieza y silencios de los libertarios salteños. Alfredo Olmedo y Carlos Zapata nunca tuvieron discursos claros sobre el terrorismo de Estado en todos los años que caminaron por la vereda política que tanto los ha beneficiado. Mucho menos Emilia Orozco, que al margen de una locuacidad concentrada en críticas genéricas y desfachatez inusitada con sus pares, se encolumna en cualquier operativo político que le otorgue trascendencia. ¿Alguien puede imaginarse qué podría surgir de un intercambio de palabras entre la novata diputada con un alto oficial militar experimentado en tormentos, torturas y apremios de diversa índole en centros clandestinos de detención? Acaso Zapata y Orozco guardan admiración por estos genocidas? Lo que sería peor…estos diputados son sometidos en sus decisiones por una autoridad superior que les ordena tributar respeto a quienes desaparecieron personas en una dictadura tenebrosa?
Carlos Zapata encontró la fama que buscaba de la mano del “Señor del Tabaco”, enriquecido por prácticas ilegales terminaron con un límite impuesto por la Corte Suprema de Justicia, pero que lo ubicaron en la vereda opuesta a los productores tabacaleros. Al igual que Emilia Orozco, no se le conocen proyectos que pudieran beneficiar a los empobrecidos ciudadanos de una salta empobrecida. La sobreactuación de coyunturas distantes de la acuciante realidad de los argentinos y las posturas timoratas o la mordaza que se autoimponen por conveniencia cuando Milei asesta golpes enormes a los bolsillos ciudadanos no pueden sino calificarse como cobardía y servilismo. Este derrotero no sorprende de solo pensar que su admirado líder es el inefable Alfredo Olmedo, a quien le profesan lealtad antes que a nada. Cuando pensábamos que lo mejor estaba por venir, ellos demuestran que siempre puede aparecer algo peor…