Más de un año después del brutal asesinato de Daniel Barrientos, el colectivero que simplemente hacía su trabajo en Virrey del Pino, tres de los involucrados en el caso finalmente «acordaron» una sentencia de tres años y tres meses de prisión. Sí, parece que robar un auto para ayudar a huir a asesinos ahora tiene un precio bastante accesible. Rodrigo Pititto, de 24 años, Miqueas Fernández, de 20, y Mariano Alderete, de 19, decidieron que esa pena era suficiente para su «colaboración» en el crimen. Qué oferta, ¿verdad?
Los tres brillantes delincuentes estaban acusados de robar el Fiat Siena que fue usado para escapar después del asesinato. ¡Unos genios de la logística criminal! Inicialmente, los investigadores pensaron que estos tres eran parte de una organización delictiva más grande. Pero, sorpresa, en un año y medio de investigación, no pudieron probar nada. Eso sí, al menos se dieron cuenta de que estos chicos ya tenían antecedentes penales. ¡Vaya novedad!
Mientras tanto, el juicio contra Edgardo Muñoz, alias ‘Magú’, uno de los acusados del asesinato, comenzó este lunes. Este joven de 22 años, al que acusan de haber subido al colectivo de Barrientos con la intención de robar, se enfrenta a una posible condena perpetua. Pero claro, su compañero de fechorías no está en el banquillo, porque resulta que al momento del crimen era un menor de 15 años, y todos sabemos lo «inocentes» que son los menores en la ley argentina.
Daniel Barrientos, un hombre de 65 años que había dedicado más de 30 años a su oficio, estaba a solo un mes de jubilarse. Pero su vida fue truncada en un instante por dos delincuentes que decidieron que su tiempo y su vida valían menos que lo que llevaban los pasajeros en sus bolsillos. Claro, después de todo, ¿quién necesita llegar a la jubilación cuando los criminales tienen mejores ofertas?