Las PyMEs salteñas enfrentan una crisis marcada por la reducción de ventas y la necesidad de ajustar costos, pero sus empresarios no pierden la esperanza.
En medio de la crisis económica que atraviesan las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) de Salta, los empresarios han tenido que recurrir a medidas extremas para mantener sus negocios a flote. La reducción de ventas y el incremento de costos han obligado a estas empresas a ajustar sus gastos de manera drástica.
En diálogo con Aries, Walter Álvarez, presidente de la Cámara PyME de Salta, describió la situación como una «tormenta económica» que ha puesto a prueba la resiliencia de los emprendedores locales.
“Seguimos esperando una solución, un repunte que nos permita salir adelante, pero por ahora seguimos en caída”, explicó Álvarez, refiriéndose al estado actual de las PyMEs salteñas. En este contexto, la reducción de costos se ha vuelto una prioridad absoluta, “hay que reducir costos como sea”, dijo, y agregó, «lo primero que se corta son los gastos superfluos. Revisamos desde tarjetas de crédito hasta insumos, y todo lo que se puede reutilizar, se reutiliza”, subrayando la necesidad de hacer ajustes constantes para sobrevivir.
A pesar de la situación, Álvarez destacó el inquebrantable optimismo de los empresarios PyME. “El empresario PyME es, por naturaleza, una de las personas más optimistas que hay. Si no fuera por eso, no hubiéramos llegado a formar una empresa», afirmó. Esta actitud positiva se mantiene incluso en medio de la incertidumbre que caracteriza al gobierno de Javier Milei. Según Álvarez, los empresarios PyME son los que «se quedan e invierten», a diferencia de las grandes corporaciones que cierran sus puertas cuando los números no cierran.
La realidad laboral es otro aspecto delicado en esta crisis. Si bien algunos despidos han sido inevitables, Álvarez insistió en que los empresarios hacen todo lo posible por mantener a su personal. “Nosotros vendemos un vehículo o una propiedad con tal de pagar la deuda y seguir adelante”, declaró, destacando el compromiso de los empresarios con la continuidad de sus negocios y la preservación de empleos.
En cuanto a las medidas implementadas por el gobierno, como la reforma laboral con la Ley Bases, Álvarez fue crítico, describiéndolas como «una pincelada» que no aborda las raíces del problema. Sin embargo, se mostró cautelosamente optimista sobre el fondo de cese laboral, similar al que se aplica en la construcción, que podría ayudar a reducir la conflictividad laboral en el sector, resaltó.