Este lunes por la mañana, la boxeadora olímpica argelina Imane Khelif decidió dar respuesta a la ola de cuestionamientos que circularon en los últimos días respecto de su género. En declaraciones a SNTV, un aliado de contenido visual deportivo de The Associated Press, insistió en que comentarios como los hechos por su aparición en los Juegos Olímpicos “dañan la dignidad humana”, y pidió poner fin al acoso luego de verse sumamente afectada por la reacción internacional en su contra.

“Envío un mensaje a todas las personas en el mundo a respetar los principios olímpicos y la Carta Olímpica, para que se abstengan de acosar a todos los atletas, porque esto tiene efectos, grandes efectos. Puede destruir personas, puede matar pensamientos de la gente, espíritu y mente. Puede dividir personas”, lamentó.

Las victorias de Khelif y de su colega pugilista Lin Yu-Ting, de Taiwán, en el ring de París se han convertido en una de las más grandes historias de los Juegos de París. Ambas mujeres aseguraron sus primeras medallas olímpicas pese a que tuvieron que afrontar agresiones sin fundamentos acerca de su género, llevándolas a una división más amplia sobre el cambio de actitudes hacia la identidad de género y las regulaciones en el deporte.

La hostilidad surge de las afirmaciones de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), que fue excluida permanentemente de los Juegos Olímpicos, de que ambas fracasaron en pruebas de elegibilidad no especificadas para la competición femenina en el pasado campeonato mundial. Khelif declinó responder al ser consultada sobre si se había realizado otras pruebas además de las de dopaje, indicando que no quería y tampoco estaba dispuesta a hablar al respecto.