Para los porteños sí hay plata.
El Gobierno decidió otorgar más subsidios a los colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) por aproximadamente $ 20.000 millones al mes para evitar otro aumento de tarifas que se recaliente la inflación.
Así, crecerá la suma de las transferencias de la Nación, la Ciudad y la provincia de Buenos Aires para las empresas de unos $ 160.000 millones mensuales a aproximadamente $ 180.000 millones, de acuerdo a lo que cuentan fuentes privadas del sector. De ese total, un 40% lo aporta Nación, un 10% la Ciudad y un 50% la provincia.
Como aún así no se terminan de cubrir los costos reales de operación, está en marcha un ajuste progresivo en la estructura del transporte público que ya se manifiesta con una reducción en las frecuencias y un recorte del personal, que tiene en alerta al sindicato, la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
Tarifas, subsidios y frecuencias de los colectivos
El Ministerio de Economía y la Secretaría de Transporte vienen simulando hace tiempo escenarios de impacto en las cuentas públicas y la inflación de una nueva suba del boleto, que quedó congelado en un mínimo de $ 270 a partir de febrero.
Una de las simulaciones, que estuvo a punto de avanzar a mediados de este mes pero finalmente quedó sepultada fue llevar el mínimo a $ 370, un incremento de 37%.
Formalmente, la Nación podría avanzar sin audiencia pública con una actualización de hasta el 79,8% -la inflación acumulada en el primer semestre de 2024-, lo que llevaría el boleto mínimo hasta un tope de $ 485,46.
El impacto en la inflación
Pero con equilibrio en las cuentas públicas, la prioridad número uno del ministro de Economía, Luis Caputo, es que la inflación mensual continúe bajando hasta 0% a fin de año o incluso se convierta en deflación -baja generalizada de los precios-.
Según una proyección que había hecho la consultora EcoGo a mediados de mayo, solamente un alza de 51,6% podría derivar en que la inflación trepe 1,16 puntos porcentuales.
De acuerdo a los datos de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) -en la que está representada el grupo Metropol, el segundo más grande y solo por detrás de DOTA-, el Gobierno reconoció entre tarifas y subsidios un total de $ 863 por pasajero en junio.
Mientras tanto, el costo «real» -que contabilizaría correctamente los precios del gasoil, insumos y otras variables- fue el mes pasado de $ 1.192 sin el Impuesto al Valor Agregado (IVA) o $ 1.317 con el IVA de 10,5% incluido.
Es decir, Transporte reconoce $ 205.569,35 millones por mes sobre un costo real de $ 259.936,44 millones, por lo que hay una «pérdida para la calidad del servicio, frecuencias, seguridad y renovación de unidades» equivalente a $ 54.367,09 millones mensuales.
La variable de ajuste
Con este esquema y sobre la convicción de que el sistema de transporte público de pasajeros funciona bien en el AMBA, la Nación sabe que no hay espacio político para un aumento de tarifas ni mucho margen económico para que vuelvan a crecer los subsidios.
Por eso se produce un ajuste en las cantidades: menos unidades en las calles y con reducción de frecuencias y personal.
Según AAETA, en lo que va de julio se registra una caída de 6% en la cantidad de kilómetros recorridos, un 3% en la cantidad de coches que están en circulación y un 5% en los pasajeros durante los días hábiles. Las cifras caen los domingos hasta 7%, 5% y 17%, respectivamente.
La UTA, en tanto, advirtió por los despidos, que alcanzarían a unos 1.000 trabajadores. «La dignidad no se negocia», planteó el secretario general del gremio, Roberto Fernández.
Con todo, en lo que va del año el Gobierno nacional lleva pagados $ 454.024,92 millones en subsidios a los colectivos mediante el programa Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte (FFSIT), con una caída cercana al 30% en términos reales -descontado el efecto de la inflación- frente al mismo período del año pasado.
La cifra contrasta con los apenas $ 17.300 millones que la Nación giró a las provincias mediante el Fondo Compensador del Interior, ahora eliminado, lo que obligó a los gobernadores a seguir ajustando sus tarifas mientras el AMBA vuelve a quedar atrás.
Por otro lado, Transporte está manteniendo negociaciones con la Ciudad de Buenos Aires para que Jorge Macri se haga cargo del manejo de las 31 líneas de colectivos que solamente circulan dentro de su territorio, sin cruzar el Riachuelo o la avenida General Paz.
Las conversaciones, si bien no venían enlazadas una con otra, se destrabaron luego de que Caputo confirmara que Nación cumplirá el fallo de la Corte Suprema de diciembre 2022 por la coparticipación, y entregará $ 80.000 millones más por mes a la Ciudad.