Se han viralizado imágenes del condenado por corrupción Manuel Cornejo, visitando el hospital Oñativia. Con una figura desmejorada y unos kilos de más, el interno vip que está cumpliendo su condena de 6 años por peculado se realizó controles médicos con el fin de argumentar su solicitud de prisión domiciliaria.
Como un guiño a Al Capone, a Cornejo lo condenan por un delito relativamente menor y por tan solo seis años. Las expectativas respecto a la justicia salteña siempre están por los suelos. Basta recordar que hace unos años fue noticia un operativo sobre la Ruta hacia Quijano, donde se detuvo una camioneta alta gama sin patente y algo cargadita de armas de fuego grueso calibre.
Un tal Francisco manejaba dicha camioneta, primo de quienes quizás son las hermanas más poderosas del pueblo, y también portadoras de un pedigree reconocido por más de una institución y edificio en aquella puerta a la Quebrada del Toro.
La red de corrupción que rodea a Cornejo es más extensa y profunda de lo que se animaron a investigar los fiscales y asistentes de la justicia. Sin embargo, no hay señales que muestren un avance sobre estos y otros personajes socios y cómplices de la corrupción que vive en Quijano desde hace varias décadas.
Desde barrio San Roque hasta la ruta, hay cierta desazón por la poca justicia que se administra en esta provincia y la falta de efectividad al recuperar el patrimonio robado.