Hablamos con Victor Notarfrancesco, Subsecretario de Comunicación de la UNSa y director de “Especie traidora” un documental que refleja la labor del profesor de física Daniel Córdoba y su legado.
Andrea Sztychmasjter
Victor Notarfrancesco es Subsecretario de Comunicación de la UNSa, Director de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Humanidades, profesor de la cátedra de Fotografía y director de “Especie Traidora”, documental financiado por el INCAA, con el apoyo del Plan de Fomento Audiovisual IDEA, Secretaría de Cultura de la Provincia de Salta.
Nacido en Córdoba desde 2009 reside en Salta donde desarrolla proyectos fotográficos y audiovisuales. Paralelamente al desarrollo de su obra organiza diferentes actividades vinculadas a la fotografía y el audiovisual. Entre ellos se destaca el Proyecto Integrar, Taller de Fotografía para personas ciegas y con disminución visual (2010-2013). Además, trabaja con fotografía estenopeica dictando talleres para niños y jóvenes. Ha participado en diversas exposiciones y obtenido 2do premio y menciones en el Salón Provincial de Fotografía de la Provincia de Salta. Expuso en Tucumán en el marco de la Sexta Bienal de Fotografía Documental (2014) Muestra Colectiva “Independencias”.
Durante el año 2015 participó como productor general del proyecto televisivo “Viejos son los trapos” ganador del premio FOMECA a microprogramas del año 2014. En 2017 fue seleccionado para Beca de Estancia de Investigación Universitario en Madrid en la Universidad Carlos III donde dictó talleres y charlas.
– ¿Cómo surge la idea de filmar sobre la historia del profe Daniel Córdoba y su legado?
La idea de filmar con Daniel Córdoba empieza en el año 2019. Con Daniel teníamos un vínculo muy lindo, de charlar cuando nos cruzábamos en la universidad, en los pasillos, en el gremio, en el comedor. Fui varias veces a su box y charlábamos sobre pedagogía, de cómo enseñar, cuáles son los problemas que tenemos los profes hoy para que los estudiantes nos den bola, para conectar con los jóvenes. Daniel tenía una capacidad muy fuerte de conectarse con los jóvenes. Eso es algo que yo siempre admiraba mucho de él.
Conversando con él en varias oportunidades en su box en la facultad de Exactas me mostró algunas metodologías, me mostró una tablet que usaba para grabar sus clases, varios días antes de cada clase él les enviaba a los estudiantes algunos videos con su voz, explicando algunos conceptos, cosa que luego retomaba en las clases de los sábados. Fue desarrollando un método durante más de 30 años, recordemos que empezó con los cursos en 1991. Y sostuvo muchos años ese espacio pese a dificultades y no ser masivo.
También me recomendaba a algunos autores, como Melina Furman o Axel Rivas que son algunos referentes educativos en Argentina.
Luego de eso, en 2019, en mayo, le propuse grabar una entrevista y grabamos en el aula 201, donde funciona el taller de física, durante más de una hora. Ahí pude indagar y conversar en profundidad sobre esto: ¿Por qué no funciona el sistema? ¿Por qué el sistema educativo les quita las ganas a los jóvenes en el secundario y también en la universidad? ¿Qué estrategias pensaba y usaba Daniel para hacer de sus clases un momento especial de conexión con jóvenes? Luego de esa primera entrevista la idea era seguir grabando y armar un material que yo pensaba orientado para docentes. Daniel ya estaba con su tratamiento de quimioterapia, yo dije bueno cuando te ‘recuperes un poco después de los tratamientos seguimos´. Y lamentablemente en diciembre del 2019 falleció.
– ¿A qué refiere la frase “Especie traidora”?
La frase “especie traidora” se refiere a una forma especial que él tenía de llamar a los chicos medio en broma. Daniel tenía mucho humor. Recordemos que el taller estuvo durante más de 30 años, empezó en 1991, como una preparatoria para olimpíadas, con los chicos del IEM, y eso fue creciendo, con dificultades y varios conflictos. Recuerdo cerca de 2016 veía en el Facebook del taller de física, y él los viernes a la noche posteaba a dormir la especie traidora, los espero mañana en el anfiteatro a las 9 de la mañana. Las clases siguen siendo los sábados temprano. Y Especie Traidora los llamaba así, y al consultarle me decía que el ser humano es la única especie que se traiciona a sí misma, y que los adolescentes chicos de 13, 14, 15 años los sábados a la mañana habitualmente duermen, y la Especie Traidora iba a las 9 de la mañana un sábado al anfiteatro a tener clases de física con él.
– ¿En qué etapa de filmación se encuentra el documental y cómo viene siendo el ciclo de producción en este contexto social y político?
El proyecto lo realizamos junto a Caschi Cine, productora local de Cristina Tamagnini y Lalo Mamani, que también hicieron Puna de Pandora, El Maestro y varias otras producciones más. Ahí empezamos a trabajar en el desarrollo de la idea y la carpeta. El documental comenzamos a grabarlo en 2020, previo a la pandemia. Era muy reciente la muerte de Daniel. Él falleció a fines de diciembre de 2019. En febrero de 2020 empezamos a grabar algunas cosas, la previa de los chicos que entrenaban para el examen de ingreso al Balseiro. Luego vino la pandemia, armamos un proyecto, una carpeta para realizarlo, lo presentamos a diferentes convocatorias nacionales e internacionales y quedamos seleccionados en Jujuy, en el festival de cine en un laboratorio de documentales. Ahí tuvimos una capacitación de varios meses con tutorías, mejorando el proyecto.
Luego, en 2022, lo presentamos al INCAA y a inicios del 2023 fue declarado de interés por el Instituto en lo que se llama Vía Digital, una vía de financiamiento para proyectos documentales. El año pasado, 2023, en octubre empezamos a filmar en Salta primero aquí en el taller, con los chicos de acá grabamos algunos experimentos. En diciembre hicimos otra parte. En febrero del 2024 pudimos viajar a Bariloche, ya teníamos planificado eso. Con mucho esfuerzo de producción porque el financiamiento del Instituto quedó por la mitad con el cambio de autoridades y la incertidumbre que vivimos en estos meses respecto a las políticas culturales. Estuvimos en el Balseiro con salteños en Bariloche buscando el legado de Daniel y su huella. Es muy reconocido su trabajo en el Balseiro. Entrevistamos a salteños que son profesores, estudiantes, profesionales y científicos de punta en el país. Y lo interesante es que también sigue habiendo salteños. El año pasado ingresó uno. Hay chicos que están entrando todos estos años que, en ausencia de Daniel, el taller se pudo sostener con un trabajo muy bueno de todo un equipo de Zarela Arauz, Maxi Valdivieso, de Seba Aroyo, Michel y de todo el equipo del taller que continua el legado.
– ¿Qué opinión te merece la labor del Incaa?
Sobre el Incaa es un Instituto que tiene muchos años con una política de fomento del sector audiovisual, sin los cuales estos documentales y otras producciones y muchas otras no se podrían realizar. Es muy importante como política cultural tener un Instituto de Cine, todos los países desarrollados lo tienen y apuestan a la cultura como un elemento fundamental para el crecimiento de las naciones. La calidad de los profesionales y artistas argentinos es reconocida a nivel internacional. Es muy triste ver que se ataque a nuestra propia cultura.
Sin el apoyo y financiamiento es muy difícil producir desde las provincias como Salta o alejadas del centro del país.
Valoramos mucho la posibilidad y salimos seleccionados y es una instancia sin la cual no se podría producir audiovisual de esta escala, que es una escala pequeña, digamos con un equipo reducido y poniendo muchos recursos propios.<
También destacamos el fomento a nivel provincial que recibimos. En Salta desde el año pasado contamos con el Plan de Fomento Audiovisual IDEA desde la Secretaría de Cultura, que también permite postularse y obtener apoyo para realizar proyecto audiovisual. Es muy costoso realizar audiovisuales con equipamiento y profesionales para estar a la altura de los estándares de la industria.
– ¿Cómo ves las producciones locales y las historias que rescatan vivencias de Salta?
Hay cosas muy buenas, otras no tanto. Lo importante es que se produzca. No sé si tiene un nivel industrial Salta. Es pequeño, cuesta mucho. Tenemos una referencia muy grosa, que es Lucrecia Martel, que es una directora con referencia mundial, y después algunas otras directoras que producen, productoras también hay algunas. Trabajamos con Cachicine, hay otras más. No es sencillo, hay que tener mucha dedicación, y en el fondo no termina siendo una cuestión industrial lo redituable. Hay gente que quiere generar una industria del audiovisual y es muy difícil. Es más, la voluntad de querer contar estas historias y encontrarle la vuelta, desde lo militante o lo narrativo, en este caso, de contar la historia que estamos contando del legado de Córdoba, como hay otras que no son tan sencillas.
-El ámbito de las producciones audiovisuales es concebido como un espacio históricamente masculinizado ¿ cómo crees que se puede modificar esto y qué percepciones nos podès compartir acerca de tu labor al trabajar en estos espacios?
Si, es masculinizado, y hay pocas directoras mujeres o como cabezas de equipo. Es importante que haya políticas que trabajen en pos de equilibrar esta desigualdad.
Cristina es co guionista y productora del documental, y tuvimos presente a la hora de realizar entrevistas, que haya mujeres que puedan contar sus experiencias, porque en el Taller y en el Ingreso al Balseiro pasó lo mismo que en nuestra sociedad. Si pensas en los primeros ingresantes son todos varones, esta situación fue cambiando en los últimos años y está plasmado en la reunión que tuvimos con salteños/as en Bariloche donde había más presencia femenina, hay mujeres ingenieras nucleares, al menos dos son salteñas, estos espacios se van equilibrando y las políticas deben apoyar a que esto suceda, que se modifique. El cupo no debería ser necesario, pero lo es y lo va a ser hasta que se revierta el desequilibrio que hay en relación al trabajo de varones por sobre el de las mujeres.