Un periodista fue agredido y brindó su duro testimonio. La jornada deportiva en Salta se vio empañada por la brutalidad policial que dejó heridos y generó repudio.

En un encuentro que prometía ser una celebración deportiva entre Gimnasia y Tiro contra Villa Mitre, la normalidad se vio trastocada por la violencia desmedida de la Policía de la Provincia de Salta. El partido, que terminó con la victoria 1-0 para Gimnasia y Tiro, pasó a segundo plano cuando hinchas, incluido el periodista Pablo Ávila, fueron agredidos por las fuerzas de seguridad.

Entrevistado en Fm Pacífico, Pablo Ávila relató cómo fue agredido por la espalda y de manera violenta, junto a otros aficionados que simplemente disfrutaban del partido. La agresión ocurrió cuando intentaba registrar con su teléfono móvil la intervención de la infantería con otras personas.

Ávila explicó que la violencia policial no solo se dirigió hacia él, sino también contra una gran cantidad de personas que abandonaban el estadio. A pesar de la alegría lógica por la victoria en los cuartos de final, la policía implementó un operativo excesivo y violento, generando caos innecesario.

El periodista denunció que el operativo policial dividió la calle Leguizamón y complicó la salida de los aficionados que se dirigían en diferentes direcciones. Además, señaló que la actitud hostil de la policía no es un incidente aislado, sino que refleja una tendencia persistente.

Ávila cuestionó la falta de justificación para la violencia policial, ya que no había indicios de disturbios ni enfrentamientos entre hinchadas. También destacó la incongruencia de la policía, que, a pesar de facturar por servicios adicionales en eventos deportivos, parece actuar en contra de su propia fuente de ingresos al desalentar la concurrencia de los aficionados.

El periodista hizo hincapié en la necesidad de que las autoridades asuman responsabilidad por estos actos de violencia y expresó su esperanza de que la denuncia presentada ante la Fiscalía tenga repercusiones. Además, llamó la atención sobre la actitud de la policía hacia los hinchas comunes en contraste con su tolerancia hacia las barras bravas.