El concejo deliberante de Orán vivió momentos de tensión debido al tratamiento de un proyecto que requería al IPV construya una vivienda para la familia Centeno Palacios, desalojada hace poco y que se hizo presente en la sesión.
Fue la concejal Amelia Acosta quien presentó el proyecto, en medio de ciertas polémicas que indicaban el oportunismo de la edil ante la situación de la familia que fue puesta a vivir en la calle luego de habitar un terreno durante más de 20 años.
El momento de tensión más alto se vivió cuando Mónica Villalba Ovejero de Larrán, quien preside el concejo, se dirigió a la familia que estaba presente en la sesión y les dijo que tenía conocimiento de su situación y que no era cierto que estaban viviendo en la calle, sino en la casa de un vecino. Un comentario desafortunado que elevó la ira de los Palacios al máximo y se desató una serie de imputaciones verbales subidas de tono que en este momento no estamos en condiciones de reproducir.
La respuesta que sí podemos reproducir en este horario de protección al menor es la que realizó la misma Acosta, dirigiéndose a la presidenta del concejo, recalcó “ensúciese los zapatos y conozca la realidad de Orán”.
Para este momento los trapitos de varios concejales ya estaban más que secos al sol, se dijeron de todo, entre chupamedias de romero, obsecuente laragrosiano, oportunista político, etc. Entre los concejales Sanguino, Bruno y Acosta.
Pero la cosa no pasó a más y al final el proyecto fue aprobado por mayoría. Ahora sólo falta esperar, seguir esperando, en caso de la familia Centeno Palacios.