En medio de una crisis económica que condiciona a la dirigencia política el domingo 14 votan los salteños que repartirán premios y castigos. Sáenz accedería a un segundo mandato que atravesará otra situación financiera comprometida. Los dirigentes políticos comienzan a agruparse para disputar la sucesión en 2027. En la Capital combaten Emiliano Durand con altos números pero volátiles, y Bettina con la infamia en la mano. La derrota es del romerato.
Lic. Abel «Guarda» Bosque
Cuando falta un día para que se abran las urnas, la gobernación parece quedar en manos de Gustavo Sáenz que ha logrado concentrar los votos de una mayoría que reconoce que ha gestionado en medio de situaciones conflictivas y que su figura supera ampliamente a la de sus funcionarios subalternos. Sin embargo, la mediocridad de casi todo el gabinete esteriliza a su movimiento con vistas a la próxima elección.
Con inteligencia supo construir un frente provincial que se alejó de la interna nacional y que logró la convivencia de quince partidos repartidos en dos frentes. Se alejó de los kirchneristas y de los macristas y hoy podría lograr un triunfo por más de veinte puntos. Esta elección también le garantizaría gobernabilidad con mayoría agravada en ambas cámaras legislativas.
La oposición diezmada y en fuga
El frente “Avancemos” que se propuso la venta de una transversalidad de dirigentes en las que comulgan el camporista Emiliano Estrada con el “Biellismo” y los “Libertarios” locales, aparece ajustadamente en el segundo lugar, mientras que Juntos por el Cambio con Miguel Nanni y el Frente de Todos con Verónica Caliva a la cabeza quedarían relegados y esta decadencia exigirá a sus dirigentes nacionales una reformulación o el acuerdo para Octubre con Sáenz.
Ahora dispersos y abatidos los opositores han mostrado durante el mes de campaña incapacidad para armonizar posturas y administrar los mezquinos intereses de candidaturas. Preanuncian que su crisis podría comprometer las seguridades que a estos sectores otorgaba la “grieta” y que también afectará las candidaturas a diputados nacionales en el comicio de octubre. Así las cosas, es probable que el oficialismo coloque en la marquesina dos candidatos competitivos para la Cámara Baja nacional o celebre acuerdos con figuras que aseguren obediencia al poder político del mandatario.
Hábil para los armados Sáenz ha quebrado toda resistencia sólida a su intento reeleccionario y comienza a aparecer como un gobernante previsible que cumple los acuerdos que firma. Todos sus socios políticos lo corroboran, aunque al final se hayan visto obligados a competir para revalidar sus lugares.
Quizás la incertidumbre se concentre a partir del lunes en la sucesión si es que el Gobernador resigna un tercer mandato. Los abogados expertos saben que la reforma constitucional ha dejado abierta una puerta para la continuidad de Sáenz, como también existen algunos dirigentes cercanos que ya piensan en el retiro anticipado del mandatario y comienzan a tejer sus alianzas prematuramente.
El urtubeysmo se ha reconstituido en silencio y con acuerdos de cúpula. Que Lucio Paz Posse juegue a mostrarse en la elección provincial, Carlos Parodi y Javier David apoyen tras bambalinas a Emiliano Durand habla claramente de que en poco tiempo podrían gozar de estructura gubernamental y expansión territorial para erigir una alternativa en la que Emiliano Estrada no aparece como incompatible.
El caso del romerato es el caso más emblemático y sabe que un alto porcentaje del proyecto que busca regresar al Centro Cívico Grand Bourg depende de la reelección de Bettina Romero en la intendencia del principal municipio salteño. Es por eso que la gestión ha gastado en un mes el presupuesto de casi todo el año, aunque todo ese dinero no se invierta solamente en obras que no se hicieran durante tres años, sino que también le sirvieron para pagar más de doscientos millones en redes sociales y consultores que han jugado a devaluar la imagen de su principal contendiente.
El romerato sueña todavía, a pesar de que los guarismos de las encuestas los muestran en segundo lugar, con que el reparto de colchones, bolsones y dinero en efectivo el día de la elección los mantenga dentro del escenario del poder. Un triunfo le abriría a Bettina la posibilidad de ser la próxima candidata a Gobernadora en 2027 en colaboración con un futuro gobierno nacional afín en el que podrían utilizar las relaciones del senador Juan Romero con Mauricio Macri y los principales operadores de Juntos por el Cambio.
Bettina ya mostró que el PRO duro que representa Inés Liendo la apoya. Tampoco está lejos la renovación de pactos con Miguel Nanni y los “Libertarios” en donde reaparece Alfredo Olmedo. Menos aún el regreso de los operadores del romerato de siempre como Ricardo Villada, Ricardo Gómez Diez, Guillermo Durand Cornejo, Ignacio Jarsún y los hermanos San Millán. Solamente necesitan medir los tiempos y preservar a funcionarios de alta jerarquía que ahora benefician a las empresas amigas que, seguramente, se convertirán en sus sponsors.
Más demorado en sus ambiciones, y porque gozan de más poder que el resto, los cercanos a Sáenz no encuentran otra figura que agrupe y lidere la transferencia del poder político. Emiliano Durand podría concentrar las apetencias del saencismo replicando una convocatoria plural mientras Esteban Amat Lacroix construye paciente desde el Partido Justicialista y con el partido Todos por Salta que le compró a Jarsún. Ambos necesitarán consolidar el apoyo de los intendentes que hacen un culto del oficialismo. Uno de los grandes condicionantes será la prohibición de ser reelectos que establece la Constitución Provincial reformada hace un año.
La infamia gobierna la elección en Capital
Lo cuestionable es el modo infame con que culmina el proselitismo una intendenta que se ha mostrado exageradamente agresiva en la superficie y que juega con las calumnias por redes y con espíritu vandálico en la cartelería y pintadas de los adversarios.
El romerato dice que vende cara la derrota, pero quizás mejor sería concluir que transita por el modo extorsivo con entrevistas y frases vertidas en diversos medios –incluso nacionales- en las que preanuncia una ruptura total con el saencismo en caso de fracaso. Si queda fuera será capaz la familia dueña del imperio de Limache de sostener una alianza con Sáenz? No pocos aseguran que ya en septiembre podría plantear el divorcio y convertirse en la crítica más ácida del gobierno provincial.
Lo adverso es escaso
Con menor cosecha que en el resto de la geografía provincial, en Orán y San Martín Sáenz se conforma con un empate. El norte revulsivo y pletórico de quejas se expresaría a favor de Estrada y Franco Hernández Berni en Tartagal, mientras que en el municipio de San Ramón de la Nueva Orán Carlos “Tucán” Manzur podría arrebatarle el triunfo a Baltasar Lara Gros.
En el sur Rosario de la Frontera plantea un dilema para sus habitantes. La división del oficialismo entre el converso Gustavo Solís y Kuldeep Singh le otorga posibilidades a Gustavo Orozco. Es que para los rosarinos no valen los prontuarios.
En Rosario de Lerma las mediocres gestiones del romerizado Enrique Martínez y del errático y cameleónico Carlos Folloni agrandan las expectativas de los candidatos de Avancemos.
Más peso que todos estos dirigentes parecen tener los autoconvocados docentes que siempre marcan la temperatura de los asalariados públicos y que comenzaron a ganar las calles azuzados por la oposición y la depreciación de sus bolsillos. Otro fermento de protesta mostraron los trabajadores de la salud.
El lunes, sin lugar para muchos festejos, comenzará la verdadera pelea por el poder. Sáenz espera controlar a socios que ya lo abrazan con el puñal en la espalda.