Ocurrió en un paraje de Salta. La madre de las niñas, al enterarse, envió un mensaje escrito pidiendo ayuda. Después de investigar la denuncia, el Ministerio Público Fiscal pidió que el hombre sea juzgado por abuso sexual con acceso carnal continuado agravado por el vínculo, guarda y convivencia y coacción.

Dos niñas de 13 y 14 años eran violadas por su propio padre desde que tenían 9 y 10 años. Para mantener en secreto lo que sucedía, el hombre las amenazaba con matarlas y enterrarlas en el cerro si contaban algo y les aconsejaba que, si resultaban embarazadas, se golpearan con una piedra o una pirca en el estómago para abortar.

La historia, que se conoció ahora, fue denunciada por la madre de las pequeñas en enero de este año a través de un mensaje enviado desde un remoto paraje de Salta: “Hacele saber a la policía que venga por favor, que hay amenaza con arma blanca y abuso sexual a dos menores”, imploraba el sencillo mensaje.

El receptor del mensaje dio aviso a la Policía, que llegó hasta la humilde vivienda en donde la mujer volvió a contó que en Año Nuevo encontró a una de sus hijas en ropa interior, debajo de la cama. Al preguntarle qué sucedía, la niña le contó que se escondía de su padre porque abusaba de ella y de su hermana desde los 9 y 10 años.

Además, la mujer pidió que la protegieran de su pareja y padre de 8 hijos, porque es alcohólico y violento; y claro, temía las represalias tras denunciarlo.

La Policía se comunicó con la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual y pusieron en conocimiento del fiscal lo que sucedía, que pidió que el padre sea detenido inmediatamente mientras investigaba la denuncia.

Las niñas, en Circuito Cerrado de Televisión (CCTV), contaron en detalle los abusos a los que eran sometidas y las amenazas del padre. Además, recordaron que en varias oportunidades las obligaba a tomar vino y se quedaban dormidas, para luego despertar sin ropa.

El examen médico confirmó que las dos menores de edad presentaban rotura de himen de larga data.

Tras reunir todas las pruebas necesarias, el fiscal Penal de UDIS Pablo Rivero solicitó la elevación a juicio de la causa, acusando al padre de las niñas de abuso sexual con acceso carnal continuado agravado por el vínculo, guarda y convivencia y coacción, en concurso real.