Sólo le dieron cuatro años de prisión a Roberto Borja. Pateaba en el piso a su ex, y una vez hasta simuló ejecutarla con su arma reglamentaria.
El sargento de la Policía, Roberto Borja, pasará cuatro años tras las rejas, luego de ser condenado por lesiones agravadas por abuso sexual, desobediencia judicial y coacción con armas.
La historia del pitufo machirulo es atroz: molía a golpes a su ex mujer. Simulaba que la ejecutaba. Una vez la violó.
Cuatro años parece poco.
Borja no era un pitufo más: quinto dan en karate, trabajaba como instructor de defensa personal de la policía.
La víctima tuvo, predeciblemente, problemas para que en alguna comisaría le tomaran la denuncia.