En los últimos años la institución estuvo en la mira por actos que atentaron contra la integridad de los estudiantes y su cursado normal en las carreras, ante los hechos algunas víctimas se callan y dejan sus estudios, mientras otras se animan a hablar y a denunciar. (Gabriela Hernández)
La Universidad Nacional de Salta recibe en promedio 15.000 personas por año. El ingreso, al ser pública, es irrestricto (lo será) y no existen controles o formas en las que se pueda determinar la salud mental o las verdaderas intenciones de las personas ingresantes, por lo que el lugar, como cualquier otra institución de concurrencia masiva, no está exento de que ocurran situaciones delictivas en su interior.
En la última semana se conoció el caso de una ingresante que fue abusada por un alumno mientras realizaba una fila para entrar a uno de los anfiteatros en donde tenía clases. Por si fuera poco, el abusador también acoso y se mostró obsceno con otras de sus compañeras. La fotografía del hombre circula actualmente por las redes sociales y su nombre es Pablo Felix, de 28 años.
Unas de las víctimas, la cual eligió preservar su identidad, dio testimonio acerca de lo que significa seguir cursando su carrera después de pasar por un momento tan aberrante: “yo todavía sigo… no sería miedo… pero sí como que no me gusta que pasen estas cosas, es lamentable la situación, mi grupo de compañeros me está acompañando al salir de clases, siempre estamos juntos, vamos a la parada juntos o trato de buscar alguna persona o a quien sea confiable para estar acompañada”.
La estudiante habló para las mujeres que transiten por lo mismo: “Mi consejo para las chicas sería que denuncien, que vayan y denuncien, si no las escuchan que sigan buscando a alguien que te abra una ventana que no anden solas y por cualquier cosa rara que noten o vean que denuncien, llamen a la policía, llamen a los profesores, adscriptos, que vayan al centro de estudiantes y que estén en grupo de 3 o 4. Si se sienten inseguras griten hagan algo para llamar la atención”.
Hoy en día se popularizó la modalidad del “escrache” como medio de justicia propia y como advertencia. Al respecto la víctima expresó que si pasa algo malo una vez que ya se haya denunciado aconseja que pueden escrachar a la persona por las redes sociales, esta habría sido una de las soluciones que pudo encontrar ya que aceleró el rumor y generó un mayor cuidado entre sus compañeros y docentes que pidieron que el abusador se retirara de clases.
Actualmente Felix se encuentra denunciado y con perimetral, antecedentes que se suman a otros que poseía previamente.
Otro caso muy conocido que tuvo repercusión en 2017 es el de un estudiante adscripto de la carrera de Licenciatura en Matemáticas, de la Facultad de Ciencias Exactas. Lo denunciaron por cometer abuso de ingresantes dentro y fuera de la UNSa. El sujeto -cuyo nombre se preservó desde la Facultad- engañó a sus víctimas diciéndoles que iba a ayudarlas a aprobar materias claves para su continuidad en la carrera, incluso a una de ellas la accedió carnalmente. Si bien fue denunciado por dos personas, el acusado habría tenido más víctimas. Ante esta situación se aconseja pedir referencia sobre adscriptos a los docentes.
Por último, está la situación que vivió una estudiante de Ciencias de la Comunicación, quien el año pasado denunció una situación de acoso por parte de un integrante de una agrupación política. Este caso tuvo bastante repercusión ya que dicho espacio estaba muy relacionado con medios y partidos en el exterior de la institución, además de que algunos de sus militantes ocultaron el caso por varios meses. Hoy la estudiante sigue cursando pero se siente incómoda: “Si bien trato de que los miedos que tengo y las inseguridades con respecto a lo que es estar en la UNSa no afecten mi cursada, hay días en los que me resulta muy difícil y es por eso mismo que no me siento segura cursando, sabiendo que a un par de bancos o afuera de mi anfiteatro pueden estar las personas que denuncié, como si nada, porque no sé qué serían capaces de hacer, después de todo lo que hicieron”, expresó la víctima.
De otras situaciones se tiene muy poca información al ser de difícil acceso; incluso algunos delitos fueron encubiertos por personas del poder adentro de la universidad por ser “buenos alumnos”, abanderados o “hijos de”, según testimonio de víctimas y varios estudiantes.
Hoy en día desde la Oficina de la mujer de la UNSa y el Consejo Superior se está trabajando en la elaboración de un protocolo que le permita actuar a las autoridades ante delitos de violencia de género. A diferencia de otras universidades la Nacional de Salta no tiene normas para penalizar o castigar a estudiantes, sólo puede actuar sobre docentes o trabajadores y personal de apoyo universitario.
¿Dónde dirigirse?
Ante cualquier emergencia y si se sufre abuso o violencia de género en la universidad puede dirigirse a Centros de estudiantes, Autoridades (Decanos, Rectores) o a la oficina de la mujer (Teléfono: 4255558).
Otros contactos son:
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Número nacional para denunciar violencia de género: 144
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Sistema de Emergencias 911 o cualquier comisaría de la Provincia.
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Poder Judicial de Salta, Capital. Av. Bolivia 4671 Teléfono (0387) 4-258000
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Secretaría de Coordinación General. Dirección: Av. Bolivia 4671, Salta Capital. Tel: (0387)4258000 interno 4132. Email: coordinacionovfg@justiciasalta.gov.ar Horario de Atención: 7:30 a 13:30 horas
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Oficina de Violencia Familiar y de Género – Salta. Dirección: Av. Bolivia 4671, Salta Capital. Tel: (0387) 4258000 interno 1260 / 1261. Email: sovfg@justiciasalta.gov.ar Horario de Atención: 7:30 a 19:30 horas
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Oficina de Violencia Familiar y de Género – Polo Integral de las Mujeres Salta. Dirección: República de Siria 611 – CP 4400 – Salta Capital, Provincia de Salta. Tel: (0387) 4225227. Horario de Atención: 8:00 a 20:00 horas.