El foro internacional para la cooperación económica, financiera y política se realiza por primera vez en Sudamérica. Líderes de todo el mundo se darán cita en la Argentina. Habrá un megaoperativo de seguridad.
Por primera vez, la cumbre del G20 se realiza en Sudamérica. Más precisamente en Buenos Aires, donde los líderes de los 19 países desarrollados y emergentes más industrializados del planeta se darán cita del 30 de noviembre al 1 de diciembre. La Capital Federal estará paralizada por el importante dispositivo de seguridad anunciado por el gobierno de Mauricio Macri.
¿Qué es el G20?
El G20 es un foro internacional integrado por 19 países desarrollados y emergentes, más la Unión Europea como bloque. Representan cerca del 85% de la economía mundial y dos tercios de la población del planeta.
Los estados miembros son: Alemania, Arabia Saudita, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, el Reino Unido, Sudáfrica, Turquía y la Argentina.
Los invitados
A la cumbre, además, asistirán países invitados a pedido de Mauricio Macri, como Chile y los Países Bajos. También participarán el primer ministro de Singapur Lee Hsien Loong, en representación de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, el presidente de Ruanda Paul Kagame, en representación de la Unión Africana o el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, en representación de la Comunidad del Caribe.
Además, estarán presentes las altas autoridades de organismos internacionales como las Naciones Unidas, la Organización Mundial del Comercio, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la OCDE y el Consejo de Estabilidad Financiera.
¿Para qué sirve?
El G20 es un espacio de cooperación y consulta que promociona el libre comercio y en el que los países intentan buscar soluciones comunes a los programas globales. A lo largo del año, se realizaron unas 50 reuniones para analizar temas como el futuro del trabajo ante los cambios tecnológicos, la igualdad de género, los impactos de la digitalización de la economía, las criptomonedas, la agricultura, la energía o la inversión en infraestructura.
«La Argentina busca construir un consenso para lograr un desarrollo económico equitativo y sostenible, que genere oportunidades para todos los ciudadanos y esté en línea con las prioridades de la región», destacó el Gobierno en la presentación oficial de su presidencia del G20.
Un poco de historia
El G20 nació luego de que las grandes potencias reconocieran que los principales países emergentes no estaban adecuadamente representados en los organismos financieros internacionales.
Desde su creación en 1999 hasta la crisis económica de 2008, el G20 era solo un foro anual de los ministros de finanzas y los presidentes de bancos centrales de cada país.
Sin embargo, a partir de la crisis se sumó una cumbre de jefes de estado y de gobierno que le dio otra envergadura en especial, por las mediáticas reuniones bilaterales que se generan.
Disturbios
La cumbre del G20 suele ser el foco de grandes manifestaciones contra la globalización, la desigualdad económica, y lo que militantes perciben como una falta de voluntad para combatir el cambio climático. En cumbres anteriores, como la de Hamburgo el año pasado, manifestantes encapuchados protagonizaron graves incidentes saqueos.
Para tratar de evitar este posible escenario, el gobierno dispuso zonas de restricción y veda por donde no se podrá circular. El área incluye Retiro, la avenida 9 de Julio, Recoleta y Palermo, Puerto Madero, el puerto y el Obelisco. El cronograma se extiende desde el jueves 29 de noviembre a las 21 y hasta el sábado 1 a las 22.
Además, unos 22 000 efectivos de las fuerzas federales, Policía de la Ciudad y Policía Bonaerense asegurarán la seguridad de la cumbre. «El dispositivo de seguridad es potente, fuerte y adecuado al desafío de la reunión», aseguró la ministra Patricia Bullrich.
¿Qué resultado cabe esperar?
Del encuentro surge un documento final que busca la postura unificada de los líderes. La aspiración argentina es evitar los disensos, como ocurrió el año pasado, , cuando Estados Unidos -con Trump como presidente- se opuso a firmar el escrito elaborado por las potencias mundiales que pedían la rápida implementación del Acuerdo de París.