Hace un mes una familia fue desalojada a la fuerza de su propia casa. Luego de quince días, los restituyeron a través de la orden del Juzgado de Violencia Familiar. Sin embargo, la Fiscalía Penal sigue sin dar respuesta. (Stephanie Tiemersma)
El jueves 5 de octubre, José María Alemán desalojó a su tía Nicefora Gutiérrez de la casa donde vivía. Ese día, la mujer había ido a sacar un turno en la salita porque su nieto tenía neumonía y lo estaban nebulizando. Cuando volvió, encontró todas sus pertenencias fuera de la vivienda en barrio La Loma, cerca de Grand Bourg. Cuando preguntó qué había pasado, sus parientes contestaron “estás afuera, no vas a entrar más a la casa”. Ella no dijo nada pues los consideraba muy violentos: “La primera noche dormí en el sillón porque ya me habían tirado las cosas. Una vecina llamó a la policía cuando vio que me sacaban las cosas y nosotros no estábamos. Cuando vine ya estaba la policía, pero ella no entendía nada tampoco. Vino porque la señora los llamó, pero no sabían exactamente lo que pasaba. Entonces yo les expliqué que hay un juicio de desalojo por parte de ellos y nosotros, de adquisición conflictiva. Pero que a este desalojo de ahora no lo ordenó ningún juez, fue a la fuerza”, nos relató la damnificada.
En la causa hay procesos judiciales abiertos. Existe un expediente de prescripción adquisitiva que indica que, si la mujer vivió en forma pública y pacífica por más de veinte años en ese lugar, puede adquirir la propiedad. Nicefora vive en esa casa hace veinticuatro años, pagó sus impuestos e hizo mejoras en la propiedad. Por su parte, Alemán quiere desalojarla junto a su hija y su nieto porque el terreno había sido adquirido hace varios años por su padre. Sin embargo, este le cedió el terreno a Gutiérrez pues le habían adjudicado una casa del IPV en el barrio Intersindical. La señora nunca hizo el traspaso legalmente, entonces la casa siguió a nombre del padre de Alemán.
El abogado de la familia desalojada, Doctor Víctor Hugo Sarmiento, nos informó que actualmente hay una denuncia en la Fiscalía Penal y otras más en el Juzgado de Violencia Familiar. El sobrino de Nicefora la agredía a ella y a su familia física y verbalmente. Ya habían intentado echarlas anteriormente. Como hecho de violencia económica cortaron la luz de la casa y pusieron un candado en la llave de paso para que no vuelvan a reconectarla. Además tienen causas por desobediencia judicial: “Ellos una vez recibieron una orden judicial para que nosotros arreglemos el baño porque ese bañito lo hizo mi esposo que murió y tampoco los dejaron. Después también nos cortaron la luz, tres meses estuvimos sin luz, pero ellos se negaron. Le echaron la culpa a mi hija pero ellos pusieron un candado alrededor del pilar. Ahora le sacaron el candado y tienen luz, entonces ¿cómo dicen que ellos no eran y le echan la culpa a mi hija? También hubo una orden para que nos devuelvan la luz y se interpusieron, se pusieron en el pilar. Entonces ¿dónde está la Justicia?”, se preguntaba la mujer desalojada.
Alemán y su gente, también tienen denuncias por robo: “Se perdió plata que era para mi nieto, que le había llegado el miércoles. El jueves cuando me desalojaron, acomodando ahí afuera, la plata no estaba. Yo tenía unos ahorritos que tampoco están y ellos se niegan, dicen que no, que no había nada. Pero ¿cómo no se van a dar cuenta que una familia siempre va a tener algo de dinero guardado?”, continuó la señora.
La jueza de Violencia Familiar N° 2 ordenó la reinserción del grupo familiar a la vivienda pero esta no se pudo efectivizar porque la policía se negó a realizarla. Las fuerzas de seguridad señalaron que no estaba prescripto en la orden que se utilizara la fuerza pública: “Cuando fui por el tema de la autorización para volver a casa, llega la sargento trayéndome el oficio de la resolución de la jueza de Violencia Familiar. Lo estábamos leyendo y en uno de los ítems decía que yo tenía que reingresar de nuevo con mi grupo familiar, entonces ella me pregunta de la resolución anterior. Hoy fuimos a la Fiscalía Penal porque también hay una denuncia allí pero es por el hecho de los que nos desalojaron, porque ellos cometieron un delito. Ahí la sargento me dice que ella tenía que averiguar porque tenía una duda del ingreso mío. Se fue y me dijo que me iba a dar noticias y no me dijo nada. Fui de nuevo a la Comisaria para ver qué pasó y nada, o sea, la orden ya estaba y yo seguía en la calle”, nos comentó María Cristina Rodríguez, hija de Nicefora.
Afortunadamente, un día después del desalojo, una vecina las recibió en su casa: “cómo quisiera que salga la verdad, como tiene que ser. Porque aquí, lo que yo he visto, es que la Justicia está a favor del que ha cometido un error. Encima ella vive con una criatura y una hija que está estudiando. Ellas están afuera y llueve y ¿quién responde de la Justicia? A mí me apena, me parte el alma”, nos dijo en su momento Nancy, la vecina que ayudó a la familia de Gutiérrez.
En una ocasión, Nicefora le consultó al fiscal de la causa respecto a qué hacer pues se encontraría en la calle hasta que la Justicia de una respuesta. El profesional le contestó “no sé, usted verá”. Días después, fue una asistente social a la casa y fue recibida por Alemán quien dijo que su tía hace tres días que ya no vivía ahí y que por eso sacaron sus cosas. La trabajadora social no regresó más luego de recibir esa explicación.
“Personalmente, desde que surgieron todos estos problemas yo me manejé del lado de la justicia, yo fui a hacer mi denuncia, esperaba que llegue la denuncia, todo el trámite y era todo esperar. Y los que hacen justicia por mano propia es a los que benefician”, agregó Rodríguez.
Esta familia estuvo quince días afuera de su casa hasta que el Juzgado de Violencia Familiar los restituyó. Cabe destacar que la denuncia que se hizo en la Fiscalía Penal no tiene respuesta hasta el día de hoy.