El Gobierno derrotó a Cristina en provincia de Buenos Aires y logró consolidar el respaldo para su proyecto político. Macri dijo que «la etapa más difícil ya pasó»; Kirchner reconoció la derrota, pero intentó ratificar su protagonismo en la oposición.
Un espaldarazo decisivo a la gestión del presidente Mauricio Macri en el principal distrito del país. Una muestra más del potencial electoral de la gobernadora María Eugenia Vidal , la dirigente más taquillera del espacio y protagonista casi excluyente de la campaña oficialista. Una dura derrota, y tal vez el principio del fin del sueño del retorno al poder en 2019, para Cristina Kirchner .
Es éste el saldo provisional de las cruciales elecciones legislativas de ayer en la provincia de Buenos Aires, en las que los candidatos a senadores nacionales de Cambiemos revirtieron el resultado de las PASO y derrotaron, aunque por escaso margen, a los de Unidad Ciudadana, encabezados por la ex presidenta.
«Esta noche seguimos haciendo historia en la provincia de Buenos Aires. Millones nos abrazamos en las urnas para seguir con el cambio», afirmó, pasadas las 23, la gobernadora bonaerense, rodeada por los candidatos, «un equipo que va a cumplir con lo que prometió: seguir defendiendo a los bonaerenses», dijo Vidal, subida al escenario de Costa Salguero y mientras se escuchaba el «sí, se puede». Un rato más tarde, el Presidente interpretó: «Hoy reconfirmamos nuestro compromiso con el cambio (…) La etapa más difícil ya pasó y estamos creciendo. Vamos muy bien, porque vamos juntos», dijo el primer mandatario exultante y con miembros del gabinete y su familia en el mismo escenario.
Con un 99,18 por ciento de los votos contabilizados, la fórmula para la Cámara alta bendecida por el Presidente y la gobernadora bonaerense integrada por Esteban Bullrich y Gladys González se imponía con el 41,38 por ciento de los votos contra el 37,24 de la fórmula Kirchner-Jorge Taiana. Entre ambos se repartían las tres bancas en juego, dejando sin premio al tercero en discordia, el binomio de 1 País que integraron los diputados Sergio Massa y Margarita Stolbizer.
«Escuchamos el mensaje. Vamos a construir puentes en el Senado y también en la provincia», dijo Bullrich, en un mensaje conciliador a la oposición que compartieron Vidal y Macri.
En la pelea por las 35 bancas para la Cámara de Diputados, el resultado fue similar al de las PASO, con una diferencia algo mayor de la lista de Cambiemos encabezada por Graciela Ocaña (42,14) por sobre la de la economista kirchnerista Fernanda Vallejos (36,27). En tercer lugar quedó la lista de 1 País, encabezada por Felipe Solá, y en cuarto lugar el Frente de Izquierda (FIT), que desplazaba por poco más de medio punto al Frente Justicialista Cumplir, que llevó como candidato al ex ministro del Interior kirchnerista Florencio Randazzo.
Luego de varios días de incertidumbre derivados de la confirmación de la muerte de Santiago Maldonado, el oficialismo pudo festejar una victoria por un margen similar al que preveían sus encuestas. Las listas de Cambiemos obtuvieron una notoria ventaja en siete de las ocho secciones electorales y achicaron notoriamente la ventaja que en las PASO había obtenido Unidad Ciudadana en la tercera sección electoral, en especial en La Matanza, Avellaneda y Berazategui. Festejaron también haber derrotado a Massa en Tigre, el bastión del diputado del Frente Renovador.
Con todos los flashes apuntando hacia ella, Vidal mantuvo durante el día la prudencia que caracterizó al comando electoral oficialista: nada de cantar victoria antes de tiempo. «Los dirigentes no decimos nada, hoy es el día para que hablemos los bonaerenses», dijo cuando terminó de votar en la mesa 650 de la escuela Don Bosco, en Castelar.
La ex presidenta, que decidió no ir a votar a Santa Cruz, donde está radicado su domicilio, prefirió mostrarse en el centro de cómputos paralelo montado por Unidad Ciudadana en el Instituto Patria, dejando en claro sus sospechas sobre la limpieza del conteo.
Por la noche, y un rato después de Vidal, subió al escenario a reconocer, a su manera, la derrota, la primera de su historia política como cabeza de lista. «Si bien nuestros números son distintos a los del escrutinio provisorio, no nos alcanza para superar a nuestros adversarios», afirmó. Un rato antes había dejado en claro su visión optimista. «Unidad Ciudadana ha sumado en estas elecciones más votos que en las PASO (…) tenemos que estar orgullosos, porque el resto de las fuerzas opositoras no han resistido el avance del oficialismo y nosotros hemos crecido (…) Unidad Ciudadana emerge como la oposición más firme a este gobierno», se explayó.
Pasadas las 22, y con rostro serio, también Massa reconoció la derrota. «Vamos a seguir trabajando para ser una oposición seria y responsable», afirmó. Y advirtió: «Le pido al Gobierno que no se ensoberbezca por el triunfo». Un triunfo que se festejó en La Plata y también en la quinta de Olivos.
Fuente: La Nación