La salteña Ornella Dottori tenía 16 años y vivía en la ciudad tucumana de Alberdi.

Ahí la querían mucho, los vecinos dicen que tenía un “corazón gigante”, que estaba dispuesta a ayudar a cualquiera, que era “dulce y solidaria”. Estaba embarazada de seis semanas y ese bebé la llenaba de ilusión. Tenía un diario en donde anotaba todo: qué comía, qué sentía, lo feliz que era. Esperaba ser madre, estaba enamorada. Nunca contó con quién salía, apenas lo nombraba como “el milico” y daba a entender que era un policía y el padre de ese bebé.

Ornella no llegó a ser madre ni pudo ser feliz. El 10 de abril la violaron y la mataron. La encontraron dos nenes al día siguiente en una finca de Naranjo Esquina, a unos tres kilómetros de su casa. Ese mismo día se filtró una foto de cómo estaba el cuerpo: desnudo, con la ropa rasgada, golpeado y con signos de abuso sexual. Tenía dos ladrillos apoyados sobre el cuello. La familia y los vecinos de Alberdi creen que la imagen la subieron al Facebook los policías del lugar. Se viralizó cuando la hicieron circular por whatsapp.

 

Cuando la Brigada de Investigación llegó a la finca el día que Ornella apareció, los agentes de la comisaría local no quería entregar el mando de la investigación. “Actuaron de manera muy extraña cuando llegó la Brigada, casi destruyen la escena del crimen”, contó a Cosecha Roja el periodista Sebastián Pisarello, quien sigue el caso para APA. “Se pusieron nerviosos, estaban alterados. Querían tomar ellos las declaraciones. Los tuvieron que correr de la escena”. Hace tres meses Ornella publicó en su Facebook una declaración: “A mi no me van a asustar”. La familia no sabe qué pasó ni a quién está dedicado el mensaje.

Alberdi es una de las ciudades más grandes del interior de Tucumán. Tiene casi 19 mil habitantes, la mayoría de las calles están asfaltadas y estiman que seguirá creciendo: desde el censo de 2001 al de 2010 la población aumentó un 6%. Por ahora no deja de ser un pueblo: los vecinos se conocen, saben a qué se dedica cada uno y los apodos que tienen.

La semana pasada una testigo declaró y dio cuatro apodos. Primero dijo que había visto a “Pomelo” con Ornella el 10 de abril. Unos días después dijo que habían sido cuatro los responsables del femicidio y que ella los había visto. Contó que había salido a caminar cerca de su casa, que unos gritos habían llamado su atención y que había visto como “Pomelo”, “Bomba”, “Cabrera” y “Perrito” abusaban de la adolescente. Según declaró ante el fiscal, “Perrito” había sido el que la estranguló y mató.

El jueves Damián “Pomelo” Fernández se presentó ante la justicia. Antes de entregarse habló con una radio local y se defendió: “Estoy dispuesto a que me hagan todos los estudios periciales necesarios a fin de que quede en claro que yo no maté a esa chica. No quiero ser un perejil”. “Bomba” y “Cabrera” están detenidos y a la espera de que les tomen declaraciones y lleguen los resultados del ADN. Gustavo “Perrito” Carretero sigue prófugo. En un video se lo ve caminando con Ornella el 10 de abril cerca de donde la encontraron al día siguiente. Fue la última persona con la que se la vio.