La industria automotriz de Córdoba enfrenta una crisis significativa tras el anuncio del cierre de la planta de Nissan a fin de año. La compañía japonesa dejará de producir sus pickups Frontier y Alaskan, esta última fabricada para Renault. Esta decisión se enmarca en una drástica caída en la producción: de 34.000 camionetas en 2023, se redujo a 17.500 en 2024, y se estima una producción de apenas 12.000 unidades para este año.
La salida de Nissan tendrá un impacto directo en el empleo, con la previsión de desvincular a 250 empleados contratados probablemente en junio y otros 400 de planta a fin de año. Las instalaciones donde actualmente se fabrican las camionetas quedarán, por el momento, sin actividad.
Por su parte, Renault discontinuará la producción de sus modelos Sandero, Sandero Stepway y Logan. La automotriz mantendrá la fabricación de la Kangoo, en una nueva versión que recién estará en serie desde 2026, y de la camioneta Niágara, cuya producción en serie se iniciará en septiembre de 2026. Esta situación generará un «bache» productivo y laboral en Renault entre la discontinuidad de los modelos actuales y el inicio de producción de los nuevos vehículos en 2026.
< La empresa, que recientemente celebró sus 70 años, enfrenta un momento complejo, con una planta cuya capacidad instalada es de 150.000 unidades anuales, pero que en 2025 fabricaría menos de 50.000 vehículos, incluyendo las últimas producciones de Nissan, la Kangoo y los modelos Sandero y Logan. Este panorama representa un golpe significativo para la industria automotriz cordobesa y su entramado productivo en el corto y mediano plazo.